Otra cara. Otro resultado. Otro sueño. Nada que ver con el domingo pasado. Este San Martín es el que busca protagonismo y sueña con el ascenso a Primera. Acá, en Buenos Aires, se hizo fuerte y tiró su malaria por el tacho de la basura. No sólo porque ganó (1-0 a Chacarita en el primer triunfo en el domicilio del Funebrero) sino porque fue otro equipo. Porque se hizo fuerte en la malaria, apretó los dientes y salió a ganar los tres puntos desde el mismo inicio. Sufrió, pero lo logró y así cortó una abstinencia de ocho juegos sin alegrías lejos de Concepción. Con un gol de Penco, ese que venía no estando derecho y ayer la mandó al fondo para alegría de todos. Quedará en las estadísticas que en la fecha 26, el Verdinegro volvió al ruedo. Ahora se le viene un clásico con la Lepra mendocina pero ya está en carrera.

Ayer dejó en claro que el ciclo Garnero intenta levantar vuelo. En el primer cuarto de hora, el local pareció San Martín. El Verdinegro ejerció un dominio casi a su antojo. Presionó, quitó la pelota y la administró con criterio. Llegó al arco rival cuando se lo propuso. Y lo hizo con profundidad. Dos veces no anotó de milagro. Primero a los 4'- Penco elevó un cabezazo sin marca tras centro fuerte de Caprari. Y después el propio Caprari lo tuvo pero su fuerte remate tras el centro de Poggi, lo tapó Tauber. Después, a medida que fueron pasando los minutos, el local buscó reaccionar y también tuvo sus chances. No fueron tan claras y tajantes como las del Verdinegro pero llevaron peligro. Inclusive esas oportunidades fueron producto de errores del sanjuanino.

Sobre la media hora, Chacarita emparejó decididamente el juego pero en paralelo al Verdinegro se le abrieron los espacios y de nuevo tuvo una clara. Fue Caprari que, luego de una gran jugada de Cantero por derecha, la tocó al gol pero Tauber sacó una pierna salvadora de milagro.

Todo siguió igual, hasta que llegó el minuto 35 y se dio el gol añorado por la gente Verdinegra. Subió por enésima vez por la izquierda, inclusive Caprari se las jugó y la mantuvo en juego. Se la dio a Poggi y éste metió un gran centro que bajó Penco dentro del área. El "9' la midió y la mandó cruzada. Esquinada. Por abajo. Golazo. Gritado a todo pulmón por el delantero y sus compañeros. En lo quedó de la primera etapa, Chacarita intentó más buscando el empate, mientras San Martín se replegó, más buscando tener la pelota que tratar de contragolpear.

A los 44' se dio la única que preocupó más de la cuenta al sanjuanino. Una sucesión de errores derivó en un contragolpe de Alba el más movedizo y tajante del local- que tiró bajo cruzándola pero la pelota se fue al lado del palo. Ese primer parcial arrojó un ganador merecido. El Verdinegro, por todas las que tuvo y aprovechó una se fue en ventaja.

El complemento salió distinto. Primero porque San Martín tuvo que variar sorpresivamente al salir Grabinski (su lugar lo ocupó Galarza, de gran trabajo) y después porque el local salió a cara descubierta por el empate. Entonces, con imprecisiones y errores de ambos bandos, el partido fue de ida y vuelta hasta el final.

Justamente los últimos 15' fueron pura emoción. Chaca lo tuvo pero una dio en el travesaño y otras se le fueron desviadas y, las restantes, fueron atajadas monumentales del arquero sanjuanino. El Verdinegro, a esto, contestó con algunas clarísimas pero atajadas por el otro gran protagonista: el arquero Tauber.