El vigente campeón River enfrentará a Cruzeiro, de Brasil, definiendo como visitante, y Boca Juniors lo hará con Atlético Paranaense, del mismo país, con el que compartió la zona G en la fase de grupos, tras el sorteo de los octavos de final de la Copa Libertadores 2019 realizado anoche en Paraguay, que, en caso de progresar ambos equipos argentinos, solamente podrá tener un cruce "superclásico" en semifinales.

Los dos más grandes equipos argentinos fueron protagonistas de una polémica final que se terminó definiendo el 9 de diciembre del año pasado en el estadio Santiago Bernabéu, de Real Madrid, donde los "millonarios" se consagraron campeones, algo que no se repetirá este 2019, cuando por primera vez la definición del certamen tendrá lugar a partido único, en cancha neutral.

De los otros dos equipos argentinos que participaron del sorteo, a San Lorenzo le tocó otro "Ciclón" como el paraguayo Cerro Porteño, mientras que Godoy Cruz afrontará sus segundos octavos de final de la historia frente al poderoso Palmeiras, de Brasil.

Habrá entonces cruces de tres argentinos contra tres brasileños en la próxima instancia de la competencia, y por haber ganado su grupo solamente Boca tendrá el beneficio de definir como local, ya que River, San Lorenzo y Godoy Cruz, por haber finalizo segundos en sus respectivas zonas, cerrarán sus series como visitantes. Luego, ya en cuartos de final, se hace un reordenamiento de todos los clasificados y de acuerdo a cómo se ubicaron en la fase de grupos es cuál define de local la serie, siendo este el mejor ubicado.

El colombiano Juan Fernando Quintero, de River, actualmente en plena recuperación de la rotura de ligamentos en su rodilla izquierda, y el paraguayo Roque Santa Cruz, de Cerro Porteño, fueron quienes sacaron las bolillas durante el sorteo realizado en la sede de la Conmebol, en la ciudad paraguaya de Luque, un acto que ocurrió con posterioridad al de la determinación de los cruces de 16avos de final de la Copa Sudamericana (ver aparte).

La final del certamen se disputará, a partido único, el 23 de noviembre en el estadio Nacional, de Santiago de Chile. Se tratará de la primera vez que la Copa Libertadores se defina de esta manera, en una clara intención por tomar otro rango distintivo de la Champions League europea.