En Liniers, River derrotó 2-1 a Vélez. Ambos equipos animaron un encuentro con mucho ritmo; más eléctrico por parte del joven equipo de Heinze, sobre todo en la presión; apuntando más a la tenencia con movilidad la visita, que en la primera media hora le falló el cambio de ritmo.

La primera gran chance la tuvo Vélez: Pinola falló en la salida, Robertone robó y pisó el área y provocó el penal con un enganche. Sin embargo, a los 25′, Franco Armani atajó la ejecución de Rodrigo Salinas. Casi inmediatamente, el portero ex Atlético Nacional de Medellín volvió a ganar en el duelo ante el espigado delantero: tapó un potente remate cruzado. Y en el medio lo tuvo River, con un intento de Palacios que salió ancho.

El inicio del segundo tiempo no perdió vértigo. Y el uruguayo Nicolás de la Cruz, usualmente resistido por el público de la Banda, se destapó con una buena asistencia al colombiano Rafael Santos Borré, quien a los 3′, con un definición sutil por encima de la salida de Hoyos, puso el 1-0. Al instante casi iguala el Monito Vargas, prueba de que el ida y vuelta se sostuvo.

El Vélez de Heinze no claudicó. Por momentos pasado de efervescencia, pero sin guardarse una gota de sudor. Con los ingresos de Quintero y de Suárez, sumados al buen segundo tiempo de De la Cruz, River fue detectando los espacios. Es verdad, Armani debió volver a responder a los 37 ante Domínguez. Pero un minuto después, el ex Belgrano forzó a Giménez a que le cometiera penal, que a los 40′ convirtió Quintero, el flamante duelo del dorsal 10.

Aunque un duelo de semejante tensión merecía un final acorde. Barreal descontó a los 45′ para dejar el epílogo abierto pero nada más ocurrió hasta el final y fue victoria millonaria.