El mexicano Ruiz ha bajado 11 kilogramos con respecto a la pelea en la que le quitó los tres cinturones de peso pesado al británico.

Cuando pelearon el 1 de junio pasado, Antonhy Joshua, entonces campeón mundial de la AMB, OMB y FIB (Asociación Mundial, Organización Mundial y Federación Internacional) impresionaba por su figura. Su musculatura inflada se asemejaba a la de un fisicoculturista. Por su parte, Andy Ruiz, en ese momento retador, fue blanco de las más crueles críticas por su físico regordete. A la hora de los bifes el pato fue gallareta. El mexicano sorprendió al mundo ganando en siete rounds, tras darle una soberana paliza y quitarle el invicto y los tres títulos.


Como por las dudas se había firmado una revancha directa si se daba -lo que finalmente ocurrió- una victoria del azteca, volverán a verse las caras el 7 de diciembre en Diriyah, Arabia Saudita, en el denominado “Choque de las dunas”. El promotor Eddie Hearn que por la suma de 100 millones de dólares decidió ‘sacar’ la pelea de los Estados Unidos e Inglaterra, confirmó que se está construyendo un estadio para 16.000 espectadores que se inaugurará con la pelea.


Falta poco menos de dos meses para la contienda y ambos boxeadores mostraron imágenes que delatan su activo presente. Joshua que fue muy criticado por la escasa actividad y entrega que tuvo en el combate cambió su equipo y se sometió a un entrenamiento y dieta que le valieron bajar varios kilogramos de los 112,500 con los que subió al ring del Madison Square Garden.


Por su parte, Ruiz, que sabe que el desquite será más duro, también modificó su dieta (‘dejé de comer pastas y chocolates’, comentó) y lleva a cabo un riguroso plan de trabajo. Perdió 11 kilos y promete llegar más rápido y tan fuerte como en la noche de Nueva York.


La excitante revancha que por un puñado de dólares será en Arabia seduce al planeta boxeo.

El inglés Joshua modificó sus entrenamientos, perdió varios kilos y ahora se parece a un boxeador y no a un fisicoculturista.