Hay momentos en los que con jugar bien, no alcanza. Con jugar bonito no siempre es suficiente y mostrar los dientes, sacar pecho y plantarse es parte de la identidad de un equipo y este San Martín mostró carácter, personalidad y ambiciones para terminar revirtiendo un partido complicado ante Quilmes. Lo terminó ganando 2-1, después de haber hecho un enorme primer tiempo desde lo futbolístico pero sin la contundencia goleadora para definirlo. Lo terminó ganando con un segundo tiempo en el que fue práctico pero además, sacó a la luz la personalidad necesaria para ir a buscar lo que realmente quiere.
En el comienzo, San Martín monopolizó la pelota, metió movilidad y generó un par de ocasiones de gol que ni Giménez, ni Rivero, ni Fernández pudieron terminar convirtiendo. Quilmes siempre supo lo que quería y en la segunda llegada clara, castigó a San Martín con un gol de Fede González que sacudió a todos en el Pueblo Viejo. Quedaba todo el segundo tiempo y San Martín estaba obligado a ir a buscar lo que merecía. Era una prueba de carácter para demostrarse dónde está parado desde lo anímico y lo salió a buscar. Lo empató rápido en el complemento cuando Giménez empujó al gol un remate defectuoso de Fernández tras una gran jugada colectiva. Iban 8" y quedaba partido para ir a buscarlo. No hubo, eso si, la lucidez futbolística de los primeros 45" pero sobró convicción para ir por el triunfo. Y así fue nomás porque a los 28" la cruzaron de izquierda a derecha y cuando Fernández enganchó, vino el penal de Tevez. Lo cambió Penco para llegar a su gol 50 con la camiseta de San Martín, sabiendo que no era un gol más. San Martín cambió postura, le dejó el gasto a Quilmes y eligió cuidar una victoria trascendental por el rival, por la dinámica del marcador y por la respuesta de carácter que dio para poner todo en orden y sumar tres puntos clave.
Lunes de clásico
El próximo lunes 13, Día de la Fundación de San Juan, será día de clásico para el Atlético San Martín que por la fecha 19 de la Primera Nacional visitará desde las 20 en el Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza a Independiente Rivadavia. Será otra edición de un clásico cuyano que siempre ofrece capítulos apasionantes en un momento clave de la Primera Nacional.
ANTUÑA, CONFORME
"Es mérito de todo el grupo"
Había sido todo de San Martín en los primeros 45". Solo faltó el gol para resolverlo pero en un minuto fatal, Quilmes pasó al frente. Ese gol de Fede González detonó un momento feroz en San Martín porque su técnico Antuña se fue expulsado y en el camino a vestuarios, cruzó un par de palabras fuertes con el árbitro Pablo Giménez: "Creo que fue un triunfo muy complejo. Muy duro, ante un rival que siempre supo lo que quería pero al que dominamos en el primer tiempo. Hicimos una muy buena primera parte pero no acertamos en la definición y ellos, en la primera clara nos convirtieron. Eso impacta y duele pero este grupo me volvió a demostrar que tiene actitud, personalidad y mucha inteligencia para revertir un momento así. Tuvimos el fútbol indicado en el momento que lo necesitamos".
UN DÍA PARA RECORDAR
Los 50 gritos de Sebastián Penco

Después de casi nueve años, decidió volver a San Martín. Uno de los que hizo historia con esta camiseta, con goles que valieron ascensos, con goles históricos a los grandes como Boca, eligió volver a su casa y Atlético San Martín lo recibió como se merecía. Así, Sebastián Ariel Penco se metía nuevamente en la vida del Verdinegro con 46 goles ya en su foja de servicios. Era el desafío era ir por más y darle mucho de su experiencia a un equipo nuevo, joven. Empezó reencontrándose con el gol en Santiago del Estero ante Güemes, luego demoró para poder festejar su reencuentro con el gol en el Hilario Sánchez Rodríguez ante Villa Dálmine para luego convertirse en héroe ante Deportivo Madryn para sellar ese 3-2 dramático en el Bicentenario. Pero estaba en el límite de un paso para hacer historia y cuando Antuña decidió su ingreso cuando ya estaban 1-1 con Quilmes, Seba Penco supo que había llegado la hora.
Buscó todas, fue a todas y obligó siempre. Llegó el minuto 27 y cuando Fernández obligó al penal a Tevez, el goleador de San Martín la pidió. Nunca dudó. Se paró firme, abrió su pie derecho y eligió el palo izquierdo de Glellel para poner el 2-1 en Concepción.
Lo que vino después fue delirio. Festejo con su familia, abrazos y mil felicitaciones para esperar la intimidad del camarín donde recibió la camiseta testigo de un sábado histórico en la vida de Sebastián Penco para quedar registrado con 50 goles en la rica historia de este Atlético San Martín que no se cansa de disfrutar de sus logros.

