Éxtasis. Se les había escapado en 2013 y en esta edición se armaron para ganarla. San Martín de Rodeo vivió su momento de gloria entre los mejores del interior sanjuanino al ganar la finalísima sobre Divisoria Central por 2-1.


La Copa es distinta. Especial, deseada. Si hasta este mismo San Martín que supo de ascensos desde el Federal C al Federal B, que se codeó con los mejores de la región en ese nivel del Consejo Federal de AFA añoraba ganar la Copa de Campeones. Porque la Copa es la Copa decían todos y la revancha para el Verdinegro de Rodeo llegó después de 6 años para terminar de sepultar aquella amargura con este delirio vivido en Concepción donde con dos goles de Victorio Martiní terminó venciendo a Divisoria Central por 2-1. Fue campeón de punta a punta. Con una tremenda etapa clasificatoria, con un paso rendidor en la Fase Final y con la contundencia como mejor argumento en la final para aprovechar el poder de gol de Victorio y sentenciar a un Divisoria que pudo hasta haberlo ganado.

Y fue una final como la que querían todos. Intensa. Dura, emotiva. Arrancó mejor San Martín con las escaladas de Sisterna por la derecha y los movimientos de Martiní y Caballero arriba. Y claro, ese mejor paso inicial le dio argumentos para terminar haciendo su primera ventaja. A los 21" y en un córner desde la derecha, la peinaron en el primer palo y Martiní apareció más que solo para definir debajo del segundo palo del arquero Maradona que nada pudo hacer. Se despertó rápido Divisoria. Tocado en su amor propio fue furioso a buscar el empate y casi lo consigue de inmediato cuando Juarez quemó las manos de Alcaraz, que salvó en la tapada del partido. Ese gol errado envalentonó a Divisoria que con la calidad de Emiliano Bastías y la velocidad de los Ahumada empezó a complicar al fondo iglesiano que se movió lento y con algunas dudas. Claro, jugado al ataque, Divisoria dejó espacios para la contra y San Martín casi define pero no acertaron ni Caballero ni Martiní en dos chances netas.

Llegó el cierre de esta primera parte y cuando parecía que se iban con San Martín ganando, un error de Alcaraz que sobró la situación ante un pelotazo largo para Juarez, sirvió para que David Ahumada pusiera el 1-1 en el marcador y decretara justicia en el resultado.

Llegó el complemento y el arranque fue mejor en Divisoria que, para sus males, fue dueño de la pelota pero demasiado liviano en el ataque. Eso le costaría carísimo porque el desgaste no tuvo traducción en el marcador y a los 25" San Martín no se lo perdonaría. Ya estaban en cancha Milton Ramos y David Manrique, soltando a Sisterna por la izquierda. Con ese dibujo, llegó el pase a Ramiro solo y cuando el arquero Maradona intentó el achique, Sisterna habilitó a Martiní, en posición más que dudosa, para que el goleador pusiera el 2-1 a favor del Verdinegro de Rodeo.

Ahí, la desesperación y la impotencia se pusieron la camiseta de Divisoria. El Borussia rojiblanco fue y fue. Sin sentido, sin peso. San Martín, en cambio, se acomodó bien en defensa, aprovechó los espacios y se dio el lujo de despilfarrar un par de chances que podrían haber terminado todo antes.

  • Cieneguita, tercero

En la previa de la gran final, hubo definición para el tercer puesto y Atlético Cieneguita de Sarmiento fue ganador del cruce con Defensores del Chaparro de Santa Lucía al derrotarlo por 2-1 y ubicarlo en el podio de esta edición 2019 de la Copa de Campeones.