123 días sin festejar un triunfo en San Juan no es poco. Demasiado sabiendo lo que las localías pesan en los torneos de ascenso pese a las restricciones por la pandemia. Es que hoy se ve lejano aquel 18 de abril cuando San Martín festejó y por goleada y hoy, volver a ganar en casa ya es una obligación para tratar de enderezar una campaña marcada por la irregularidad.

Por eso, cuando desde las 16 horas reciba a Villa Dálmine por la fecha 22 de la Primera Nacional, No será sencilla la historia porque en la categoría cualquiera complica a cualquiera y Dálmine viene de frenarle la marcha a Brown de Adrogué al que venció como local por 1-0 en la pasada jornada.

Pero a ese momento feliz del Violeta, San Martín le contrapone su presente que habla de una victoria como visitante en All Boys en medio de los coletazos del covid positivo de dos pilares en su esquema como Matías Giménez y Francisco Alvarez. Pese a todo eso, el Verdinegro se fortaleció, jugó mejor y terminó edificando una victoria que lo levantó desde lo anímico. En lo futbolístico, las modificaciones obligadas por la pandemia, le terminaron dando otro esquema y el mismo rendimiento pasando otra vez a defender con línea de cuatro, otra línea de cuatro en los volantes y dos puntas. En los nombres, la victoria en Floresta terminó costando la expulsión de Ivo Costantino a quien hoy lo reemplazará Ezequiel Rescaldani que aun no puede tener la continuidad que necesita, en parte de los lesiones que lo tienen complicado cuando por fin consigue tomar cierto ritmo de juego.

Del otro lado, Villa Dálmine podría repetir casi la misma formación que viene de ganar en Campana, con línea de cuatro, tres volantes, enganche y dos puntas.