El golpazo que le dio Estudiantes en la semifinal de la Copa Argentina dejó a Boca al borde del nocaut pensando en la clasificación a la Copa Libertadores 2024. Agotada la vía más clara de entrada, ahora depende de un milagro que lo deposite en el cuarto puesto de la tabla anual. Si bien necesita tres resultados ajenos, el plantel comenzó a trabajar en pos de asegurar una victoria contra Godoy Cruz en Mendoza que lo mantenga vivo en la lucha ante Defensa y Justicia, Rosario Central y San Lorenzo.

Los que fueron titulares en la caída 3-2 frente al Pincha hicieron trabajos regenerativos para recuperar las piernas, mientras el resto hizo fútbol reducido en el predio de Ezeiza.