El punto del domingo pasado ante Estudiantes estaba lleno de suspenso y terminó de ser condena en apenas 45 minutos -los del primer tiempo- ante Santamarina en Tandil. En ese parcial, Desamparados se quedó afuera de todo. Goleado por errores propios y superado por méritos ajenos, la paupérrima labor del primer tiempo fue determinante para que Sportivo se despidiera de la Fase Eliminatoria del Clausura del Argentino A llegando con su ilusión hasta ahí. Sabiendo que esta yapa, después del flojísimo Apertura, tenía fecha de vencimiento y se ejecutó en Tandil. Santamarina, sólido y contundente, no le perdonó nada y terminó con un 3-2 a favor que lo puso en las puertas de la clasificación a las semifinales. Pero tal vez lo más doloroso para Sportivo esté en que su tremenda reacción en el complemento, que no tuvo el premio en el marcador porque alcanzó a descontar, se puso 2-3 y casi logra el milagro.

En el comienzo, la esperada presión de Santamarina duró poco y cuando Sportivo parecía tenerlo controlado, una grosería de Mauro Palomeque que se cayó cuando cerraba sobre un lateral, le dejó servido el primer gol a Fernando Telechea, quien puso el 1-0. Iban 20 minutos y ahí nomás, a los 26′ llegó el otro mazazo para Desamparados. Durmieron todos en el fondo, lo dejaron solito al paraguayo Barrios Suárez y clavó el 2-0. Sportivo no reaccionó. Se nubló, dio ventajas y a los 33′ Palomeque le hizo penal a Barth en un tiro libre desde la derecha. El árbitro Márquez lo cobró y Darío González puso el 3-0 que definía todo en Tandil.

Para el complemento, el milagro que todos esperaban, nunca llegó pero estuvo cerca. Sportivo hizo lo que pudo y se llevó por delante a Santamarina, que se dedicó a regular. Dillon intentó reacomodar puntualmente desde lo anímico y tuvo poco eco. A los 13′ Del Cero tuvo la chance del descuento cuando estaba solo ante Bertoya. A los 17′, Pepe Sánchez tuvo premio al conectar un centro de Lima y puso el 1-3 que parecía ilusionar. Más aún cuando a los 26′, Parisi puso el 2-3 que enmudeció Tandil. Hubo alguna reacción más pero la diferencia ya estaba hecha y solamente faltó el telón para el final de un partido en el que Desamparados regaló un tiempo y tal vez, la clasificación.

La yapa, el premio extra de un año difícil como todos para Sportivo Desamparados, se esfumó en tan solo dos jornadas. Desamparados luchó por mantener la categoría y en eso no fracasó pero por su mística y su historia, en su lucha por cosas grandes, quedó en deuda. Como para que el replanteo, la autocrítica y la sensatez se impongan como materias obligadas de cara a la próxima temporada.