Una situación caótica se desató en las inmediaciones de la Casa Rosada y sobre la avenida 9 de Julio, tras el intento de algunos fanáticos de ingresar por la fuerza al lugar donde se encontraba el féretro de Diego Maradona.

En medio de las escenas de tensión y tras el ingreso sin control a Casa Rosada, se decidió retirar el féretro del salón donde se realizaba el velatorio y se cortó el ingreso a la sede gubernamental.

Los incidentes comenzaron pasadas las 14 en la intersección de la Avenida de Mayo y Bernardo de Irigoyen, donde la policía cortó el ingreso principal al velatorio. El Gobierno nacional había comunicado que la ceremonia se extendería hasta las 19. Muchos fanáticos enardecidos comenzaron a atacar a los uniformados e intentaron pasar por la fuerza.

Para dispersar a la gente que insistía en ingresar al perímetro de la Plaza de Mayo para despedir al ídolo, la Policía de la Ciudad respondió con balas de goma y gases lacrimógenos. Algunos fanáticos lanzaron piedras y botellas contra los uniformados.

Varias unidades policiales en motos y camiones hidrantes se sumaron para dispersar a la gente que se había juntado en esa intersección para ingresar a la fila con destino a la Casa Rosada.

Ante el accionar policial, hubo corridas para el sur de la ciudad, para el norte y también hacia el Congreso de la Nación. Luego de varios minutos de tensión, la policía volvió a formar el cordón para impedir el ingreso del público al velatorio de Maradona.

Según detallaron fuentes oficiales, varios efectivos resultaron heridos por las pedradas y también hubo detenidos. El SAME informó que las condiciones de seguridad no estaban dadas para atender a los heridos en el lugar.

Tras un cruce mediático entre las autoridades nacionales y las porteñas, el cordón policial que se había montado sobre Avenida de Mayo se levantó y los fanáticos volvieron a acercarse en dirección a la Casa Rosada.