-¿Cómo es tu relación actual con Juan Pablo Dotti? -La relación con Dotti es bastante buena, mejor de lo que la gente puede pensar. Con él dormimos en la misma pieza, al principio era un poco tensa, después hablamos, le pedí disculpas y quedó todo bien. Los dos somos profesionales y sabemos que estas cosas pueden pasar. Ojalá no pasen nunca, yo me arrepentí y por eso creo que el problema ya está superado. -¿Te preocupaste cuando Dotti (lo venía ayudando) pinchó en el último tramo de la etapa del domingo? -Sí, mucho. Cuando vi que la rueda se le estaba desinflando me comencé a preocupar. Si no estaba Dotti, se me iba a complicar mucho ganar la Vuelta. Me quedaba con Franquito (López) nada más y era en el momento en el que todos me estaban atacando. Si se armaba una fuga corta y me sacaban una pequeña diferencia, se complicaba mucho. Por eso cuando vi a Juan de vuelta al lado mío respiré. -La etapa del jueves fue clave para vos, ¿imaginaste en algún momento que se iba a dar así? -Nunca entendí el planteo de ellos (por la Municipalidad de Rawson, líder en ese momento con Darío Díaz), no entendía por qué no nos salían a buscar. Fue una fuga casual. Para mí fue una distracción de ellos porque dejaron pasar muchos minutos. A mí me iban diciendo la diferencia que llevábamos y no lo podía creer. Pensaba que en cualquier momento nos alcanzaban, si bien ellos tiraron mucho nosotros, nunca aflojamos. Nunca pensé que por esa fuga yo me aseguraba la Vuelta. -¿Pensás que si no se hubiesen dado los cambios de etapas no te hubieses consagrado? -Para mí los cambios no modificaron demasiado porque la pelearon los mismos de siempre. Si no hubiese pasado lo de la fuga, creo que nadie hubiese podido desbancar a Darío Díaz. -Pero parte del triunfo fue por lo realizado en el Colorado. -Si bien no llegué en las mejores condiciones, no lo hice mal. Logré prenderme ahí cerca de Darío (Díaz) y ahí me empecé a ilusionar con que podía llegar a ganar. Igual todo el trabajo realizado ese día fue gracias a mis compañeros. El año pasado yo me sentí mejor, esa vez yo quería ganarle la etapa a Dotti, (estaba a 27 segundos) pero igual no pude. Él es un escalador nato. -¿Cómo expresás lo vivido con la gente el domingo? -Inexplicable. Único. La gente jugó un papel extra porque con sus gritos, su aliento, me hacían poner la piel de gallina y eso me da más fuerzas para llegar.