Festejo alocado. Pablo Palacios Alvarenga sale disparado festejando su primer gol a Unión. Se saca la camiseta mientras un rival mira con tristeza la pelota en el fondo del arco. Esta vez le sobró efectividad al equipo sanjuanino y concretó un triunfo vital.

Los triunfos revitalizan al cualquiera. Y San Martín no es la excepción. Ayer sacó pecho en un partido que se presentaba bien chivo y con la capacidad goleador del paraguayo Pablo Palacios Alvarenga -la figura del partido y autor de los goles- le ganó 2-0 a Unión de Santa Fe. La victoria le sirvió para todo. Para recuperarse ante su gente, para sumar puntos vitales pensando en escaparle al descenso y para volver a creer en sus propias fuerzas. Por eso, cuando el árbitro dio por finalizado el partido, muchos se abrazaron y festejaron el momento de la rehabilitación.

De entrada quedó claro que nada sería fácil. Es que el Tatengue se adueñó de la pelota y empezó a moverla a su ritmo. Con orden y precisión. Cortando los caminos ofensivos al local. Claro ese dominio de la visita empezó a ser superficial, porque San Martín, sin tener tanto la pelota, empezó a acercarse al arco de Nereo Fernández. Primero Gelabert estuvo cerca. Después fue Grahl y más tarde Villarruel.

En el arco de enfrente, Ardente no pasaba sofocones. Sólo un cabezazo de Corvalán luego de una jugada preparada.

Hasta que a los 29" se abrió el tablero. Tras una corajeada de Mosca por la izquierda, se dio un centro frontal que el defensor central Gómez Andrada prefirió despejar, metiendo en problemas a su arquero. Palacios Alvarenga, ni lerdo ni perezoso, saltó y metió el estiletazo de derecha para mandarla al fondo. Delirio en las pobladas tribunas del "Hilario Sánchez". No había sido pleno dominio local pero está vez sí tuvo la efectividad que en partidos anteriores le había faltado. Se fueron al descanso con esa diferencia para el Verdinegro, algo que nadie podía poner en duda.

El complemento largó casi de la misma manera que la etapa anterior. Aunque esta vez Unión le imprimió mayor velocidad por lo que tuvo más desbordes por las puntas. Así se llevó por delante al equipo de Forestello. Pero de nuevo le faltó algo vital: mayor justeza en los metros finales. Aunque contó con dos claras: en la primera Ardente le tapó el gol a Pitton. Y en la otra Acevedo la tiró por arriba luego de una gran jugada grupal.

Y otra vez San Martín fue tomando aire para emparejar el juego. Afirmado en una defensa compacta, Gelabert y Mosca se mostraron y guiaron a sus compañeros para llegar al arco rival.

Entonces el local, a los 26", metió su segundo estiletazo y sentenció el partido. Es que tras una corrida de Villarruel por la derecha y un posterior centro preciso de éste, la pelota cayó en la cabeza de Palacios Alvarenga y el paraguayo, superando a Gómez Andrada, la mandó a guardar.

En lo que quedó no hubo más cambios. San Martín concretó una gran victoria. Que le sirve para todo.

El próximo partido es ante el puntero Racing, en Avellaneda.

Vaivén de dominio

Unión arrancó mejor

El visitante se hizo dueño de la pelota en los primeros minutos. Se mostró ordenado y criterioso para administrar el juego. Eso sí, le faltó efectividad en los metros finales y no supo lastimar al Verdinegro.

Con paciencia y gol

San Martín se fue acomodando de a poco en el partido. Se mostró sereno, ordenado y tuvo paciencia para poder llegar al área rival. Y, cuando ya todo era parejo, encontró el gol por un error de la defensa de Unión.

Igual en el segundo

La etapa complementaria arrancó idéntica al primer tiempo. Esta vez fue mayor el dominio del Tatengue. Prácticamente arrinconó a San Martín buscando el empate. Se volvió a acomodar el local y lo mató con el segundo gol.