Los problemas que se dieron tanto en la venta de entradas en el Villicum el domingo por la noche, como en el arribo de la Selección argentina al hotel el lunes por la noche, quedaron de lado ayer cuando la seguridad respondió con todo cuando se disputó el clásico sudamericano. Es que los más de 600 efectivos policiales que estuvieron afectados al partido de fútbol más importante disputado en San Juan respondieron de manera correcta. Se hicieron las tareas como se debía en un evento de magnitud mundial y que puso a la provincia por más de 24 horas en el foco del planeta, no sólo deportivo.
Tanto la llegada como el egreso de los espectadores del Bicentenario se dio de forma normal. Sin ningún tipo de incidentes en los alrededores, ni dentro del estadio pocitano. El estricto control de parte de la policía y el chequeo exhaustivo de los entradas desarticuló cualquier inicio de conflicto. No son puntos menores teniendo en cuenta que en los últimos partidos disputados por Eliminatorias en el estadio de River se dieron diversos altercados.


Es más, en el estadio el público se comportó de la mejor manera ya que no se repitieron los cánticos xenófobos ni racistas como por ejemplo sucedió ante Uruguay en Núñez que derivaron en que la FIFA sancionara a la Asociación del Fútbol Argentino con una multa de más de 30 mil dólares. Incluso, en las cabeceras se colocaron dos banderas con la insignia “somos todos hermanos”, generando conciencia en los hinchas para dejar de lado cualquier agresión verbal.

Imposible. La Policía no dejó pasar a los hinchas con los palos de las banderas, buscando desactivar cualquier problema a futuro dentro del estadio.

Si bien el Bicentenario ya había tenido otros partidos con la selección de protagonista, ninguno al nivel de exigencia deportiva como este cruce ante Brasil. Y sin lugar a dudas la prueba se superó de buena forma. Acertando en la planificación previa y también en la ejecución de las actividades correspondientes tanto dentro como fuera del estadio. Habrá que ver cuál será la nueva vara para San Juan respecto a eventos de carácter internacional de este tipo. Como por ejemplo la Vuelta a San Juan de ciclismo o el campeonato mundial de Superbike.


Acaso uno de los pocos aspectos donde estuvo ausente la correcta conducta de los asistentes al estadio fue en la utilización del barbijo y en mantener el distanciamiento, en épocas donde la pandemia del coronavirus aún debe mantenernos en alerta. Por el resto, una prueba superada y con el crédito abierto de cara a lo que pueda venir en el futuro inmediato a nivel deportivo.
 

Desfile. Más de 600 efectivos policiales tuvieron a cargo la seguridad del clásico sudamericano, teniendo un resultado ideal.

EL BALANCE DEL TÉCNICO

Scaloni: "Es un año soñado"

El invicto de Scaloni llegó a 27 partidos y está a seis de Basile.
 

Reflexivo como de costumbre, pero con claras muestras de cansancio, Lionel Scaloni afrontó la conferencia de prensa posigualdad ante Brasil que marcó la clasificación de sus dirigidos al próximo Mundial. Luego de preguntar si ya estaba asegurado el boleto a "Catar 2022", el exvolante puntualizó que "obviamente estamos contentos por haber cumplido el objetivo. Sabemos que vendrán tiempos difíciles pero vamos a estar preparados para ellos.

Siento que es un año soñado por todo lo vivido: se consiguió la Copa América luego de mucho tiempo para la Argentina y faltando cuatro fechas para terminar las Eliminatorias, con un partido aún pendiente, nos clasificamos. Diría que no se puede pedir más por este año".

Lionel, quien reveló hace un tiempo que transita momentos difíciles por el deterioro en la salud de sus padres, analizó respecto al partido de anoche en Pocito: "Se intentó por todos los medios hacer nuestro juego, pero salió muy friccionado y trabado. Como que no pudimos sentirnos del todo cómodo, aunque Brasil tampoco entiendo nos haya superado en ningún pasaje, y eso también es importante.

Son partidos así en este nivel tan alto del fútbol", graficó.