La final entre Unión y Aberastain fue el único partido del Torneo de Invierno del fútbol local que contó hinchas de ambos equipos y el saldo final fue por demás lamentable, porque una batalla campal terminó empañando los merecidos festejos del Azul campeón, que no logró levantar el trofeo.

En los últimos minutos del partido en el Estadio del Bicentenario y cuando el encuentro estaba 2-1 en favor del equipo de Villa Krause, los hinchas azules comenzaron a romper el alambrado de la Popular Norte. Apenas el árbitro finalizó el encuentro, cientos de simpatizantes ingresaron al campo de juego y protagonizaron un nuevo capítulo violento.

Primero golpearon a un jugador de Aberastain hasta dejarlo sangrando y sus compañeros reaccionaron, por lo que se generó una tremenda gresca. Luego, otros hinchas de Unión, de todas las edades, fueron a festejarle el título a los fanáticos pocitanos que estaban en la Popular Sur, ante la bronca, abrieron una puerta y entraron a la cancha.

Después, sin que el campeón pueda festejar, llegó una lluvia de piedras, botellas y hasta butacas que rompieron de las tribunas del estadio, como así también el robo de una filmadora a un camarógrafo y otros hurtos, como el de banderines.

Hubo decenas de detenidos en una tarde que pintaba para fiesta y terminó con otro hecho de violencia, esa que parece no tener fin en el fútbol.