Buenos Aires, 12 junio.- Lamela fue en 2004 el eje de una polémica que se apagó cuando sus padres aceptaron un ofrecimiento económico del River frente a los 120.000 euros anuales prometidos por el Barça y 8.000 por una empresa de calzado deportivo para que recalara en la cantera azulgrana.

Tras duras gestiones el club argentino lo retuvo en su escuela de fútbol con un salario menor, becas escolares para él y sus dos hermanos y el 15 por ciento de su ficha, y en 2006 le hizo debutar en la categoría menor de las divisiones juveniles.

A los 12 años, cuando el Barcelona se interesó por él y el caso llenó páginas de los periódicos e importantes espacios de la televisión de Argentina, el pibe pesaba 41 kilogramos y medía 153 centímetros, y hoy, con 17, su peso es de 73 kilos y su estatura de 1,83 metros.

"Estoy contento por todo, por la oportunidad que me dan y por estar compartiendo el vestuario con grandes jugadores. Ojalá me toque debutar. Jugar en el primer equipo de River es mi sueño", dijo Lamela a la prensa de Buenos Aires.

El "número 10 con gol", como ha dicho Gorosito, comentó que se enteró de la convocatoria cuando miró la lista de jugadores que el entrenador puso en el vestuario el pasado jueves, tras haber participado con los jugadores profesionales en la pretemporada de principios de año y en numerosos entrenamientos.

"Quiero jugar en el River Plate y la selección, y después en Europa", dijo el futbolista.