El líder y vigente campeón de la Fórmula 1, el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), ganó ayer el Gran Premio de Francia, escoltado por los dos pilotos de la escudería Mercedes: los británicos Lewis Hamilton, segundo, y George Russel, tercero.

Verstappen amplió en 25 puntos su distancia en la clasificación anual porque el monegasco Charles Leclerc (Ferrari), segundo y dueño de la pole position en el circuito Paul Ricard, abandonó en la vuelta 18 por un fuera de pista.

Con esta nueva victoria, séptima de la temporada, el neerlandés sumó 233 unidades y le sacó 63 a Leclerc, que llegaba de vencer en la anterior carrera en Austria.

El campeón de F1, quien partió desde el segundo puesto en Le Castellet, aprovechó el incidente de su rival al promediar el GP, se hizo de la punta y condujo con seguridad hacia la victoria, consumada tras 53 giros.

En su prueba número 300 dentro de la categoría reina, Hamilton alcanzó su mejor resultado en el año con un segundo puesto. El séptuple campeón registraba tres terceros puestos consecutivos en Canadá, Reino Unido y Austria, los que se sumaron al de la primera fecha en Bahréin.

El británico se convirtió en el sexto piloto de la historia en alcanzar esa cifra de competencias después del finlandés Kimi Raikkonen (350), el español Fernando Alonso (346), el brasileño Ruben Barrichello (323), el alemán Michael Schumacher (307) y el británico Jenson Button (306).

Su compañero de equipo, Russell superó a Sergio "Checo Pérez (Red Bull) en el anteúltimo giro y logró subirse al podio por cuarta vez en esta campaña, en la misma posición lograda en Australia, España y Azerbaiyán.

El Gran Premio de Francia, se disputado bajo un intenso calor que por momentos marcó los 60 grados centígrados en la pista, lo que generó mucha expectativa en el rendimiento de los neumáticos. Mientras estuvo en pista, Leclerc controló la carrera bajo el asedio de Verstappen, que heredó la punta y no la largó.

La próxima fecha, decimotercera de la temporada, será el domingo 31 de julio con el Gran Premio de Hungría a correrse en el circuito de Hungaroring.

La furia de Leclerc
Charles desató su furia y por radio, luego de escuchar la respiración agitada, pegó el grito: "¡No!" La bronca se debió a que perdió una carrera clave en la lucha por el campeonato. "Si sigo cometiendo estos errores nunca seré campeón mundial", reconoció.