Después de victoria sobre Gimnasia que valió un nuevo título para Boca, Miguel Ángel Russo cumplió con la formalidad de la conferencia de prensa posterior al partido. Pero hubo un imprevisto: un grupo de jugadores de Boca irrumpió y le arrojaron un balde de agua fría al entrenador y a su nieto, frente a todas las cámaras.

Si bien el encuentro con los micrófonos en el salón especial de la Bombonera es un capítulo obligado para el director técnico, esta conferencia de prensa no fue una más. Russo acudió al estrado junto con su nieto, como sucedió cuando ganó el Torneo Finalización 2017 con Millonarios de Colombia. El nene tenía puesta la camiseta xeneize. Russo, de camisa y saco, nunca abandonó su sonrisa radiante.

"Dale, campeón. Dale, campeón". Carlos Izquierdoz, Emmanuel Mas, Marcelo Weigandt y Nicolás Capaldo llegaron a los saltos, cantando las mismas canciones que los hinchas entonaban fuera del estadio. El grupo lo encabezaba Franco Soldano, que fue directamente a arrojarle el contenido del balde a Russo y al nene.


La escena le regaló una carcajada al director técnico, que entabló un dulce diálogo con su nieto.

—¡Nos bañaron! —exclamó Russo, mirándolo al niño.

—¡Estoy bañado! —reaccionó el pequeño.

—¡¿Te asustaste?!

—¡Venían con un baldazo de agua! —remató el nene.

"Estamos en una noche de festejo, es indudable. Es bueno que estas cosas ocurran", dijo el entrenador a los periodistas, en una noche que el abuelo y el nieto nunca olvidarán.