Van Aert se llevó la crono de ayer. Pudo superar a su compañero de equipo el danés Vingegaard y al esloveno Pogacar, los dos que ocupan los puestos primero y segundo de la clasificación general respectivamente. El penúltimo día del Tour de Francia de ciclismo fue todo una fiesta que terminó en la bella Rocamadour. Para hoy, en la última etapa, no hay secretos. Vingegaard paseará su victoria en los Campos Eliseos. Todo un sueño para él.

Ayer se esperaba una crono de las de antaño. Con los grandes puestos consolidados en la clasificación, la mayor recompensa pasaba por adjudicarse el éxito en un trazado más duro incluso que el de La Planche des Belles Files de hace dos años, cuando Pogacar le arrebató la malla amarilla a Roglic.

Pero en esta ocasión, el esloveno lo tenía casi imposible, porque debía recuperar una renta mucho mayor: los 3m.18s. que le lleva Vingegaard. El que no fue de la partida fue Nathan van Hooydonck. El belga, compañero del líder Vingegaard en el equipo Jumbo-Visma, abandonó el Tour por "circunstancias familiares". Así, Vingegaard acabará la ronda gala con sólo cuatro compañeros para apoyarlo, uno más que su rival Pogacar.

Como se presuponía, la crono fue un ejercicio de fuerza. Tras tres semanas, los especialistas y los hombres con más gasolina en el tanque fueron los que dominaron la disciplina.

Y también los favoritos. Pogacar, Thomas y Vingegaard arriesgaron. No debían, porque no era su objetivo en la etapa. Pero decidieron salir a ganar. Al esloveno le duró poco el fuelle y antes del segundo intermedio se le iba el tiempo. Vingegaard, todo lo contrario.

Ya casi como campeón del Tour salió a tope. En cada curva jugando "con fuego", a punto de caerse, y discutiendo los cronos del primero en meta que no era otro que su compañero Van Aert. Al final fue victoria para Van Aert, con Vingegaard segundo. Nueva fiesta para el Jumbo-Visma, que hoy festejará el triunfo en el Tour del danés.

La opinión de Mercky

No pudo. El eslovaco Tadej Pogacar dio todo pero terminó tercero en la crono. Prácticamente es imposible que le arrebate el triunfo al danés.

El excampeón belga Eddy Merckx, ganador de cinco Tours de Francia, cinco Giros y una Vuelta a España, consideró que el esloveno Tadej Pogacar se tomó " a la ligera" la presente edición del Tour francés y admitió que lo sorprendió el danés Vingegaard.

"No esperaba la victoria de Vingegaard. Creo que el esloveno preparó el Tour de Francia menos que otros años. Al hacer solo la Vuelta a Eslovenia. Hubo un error en la preparación. Puede que se lo haya tomado a la ligera", señaló el mítico "Canibal".

MUCHOS MOTIVOS INCIDIERON

El Tour más rápido de la historia

Amor. Vingegaard terminó la crono y como lo hizo todos los días saluda a su esposa e hijo. Hoy festejará el triunfo en el Tour más rápido de la historia.

El danés Jonas Vingegaard se dispone a ganar el Tour más rápido de la historia, por encima de los 42 kms/h en una edición sin reposo, con pelea permanente y una velocidad que todos los corredores se conciertan en calificar de endiablada.

Acostumbrado a situarse bajo la sombra de la sospecha, el ciclismo no es ajeno en esta ocasión en la que la edición se cierra como una de las más dinámicas.

A falta de pruebas de que el resultado responda a motivos ilegales, en la caravana la velocidad es motivo de comentario y afloran algunas explicaciones que pueden dar sentido al nuevo récord.

"Una de las cosas que más me ha impresionado del Tour es la velocidad a la que se rueda", asegura el español Albert Torres, debutante en la ronda gala. La rapidez ha sido una constante contra la que no se ha opuesto ninguna circunstancia. Ni las dificultades del terreno, como demuestran los 48 Km. por hora a los que se rodó en la etapa de los adoquines, reputados por frenar el ritmo de los corredores. Fue una etapa corta, de 154 kilómetros. Pero también se rodó rápido al día siguiente, con casi 220 kilómetros que el ganador, el esloveno Tadej Pogacar, completó a una media de casi 50 km/h.

"¿Alguien tenía que tomar un vuelo? Esa media no la hago yo ni en moto", bromeaba en meta el siempre gracioso colombiano Rigoberto Urán sobre el ritmo desenfrenado de la carrera.

En varias etapas el viento sopló de popa y el pelotón rodó rápido, una circunstancia que explica el elevado ritmo. A ello se suma que el clima ha sido favorable, casi sin lluvia.

El colombiano Nairo Quintana reconoció que fue "un Tour exageradamente veloz"

La primera semana, cuando las piernas todavía estaban frescas y todavía no había llegado la alta montaña, se completó a una media de 45 Km. por hora.

La forma de correr del Jumbo, menos propicio a controlar la carrera de principio a fin, también contribuyó a acelerar al pelotón.

Los ciclistas del equipo holandés, en particular el belga Wout van Aert, han participado en las escapadas, en una táctica novedosa que también ha llevado a que se rodara más rápido. En varias etapas, los ciclistas han completado 55 km. en la primera hora de carrera. Además, las bicis incluyen cada vez más elementos científicos que hacen que el ritmo se incremente, desde los nuevos neumáticos, las llantas al diseño y los materiales.