Viene de empatar de visitante. Frente a Aldosivi, en Mar del Plata. Y antes de ese partido, aquí en casa, había ganado por primera vez en el año (3-0 con Merlo). Por eso hoy buscará reencontrarse con el triunfo. Y, claro está, con el nivel que lo llevó a estar ahí arriba, en la cúspide de la competitiva B Nacional. Ese es el presente de este San Martín que, aunque por ahora no es el mismo que aniquilaba rivales como en la primera parte del torneo, se acomoda fecha tras fechas el traje de candidato y va para adelante pese a las adversidades que aparecieron desde que se reinició la actividad en el 2010.
El fútbol, como todo en la vida, es vivir distintos momentos. El Verdinegro tuvo uno dulce y lo aprovechó. Ahora no es tan positivo pero se las arregla para hacerlo menos traumante. Hoy estará Quilmes enfrente. Un equipo que también tiene sus pretensiones de ascenso, pero sus flaquezas cuando lo hieren por abajo y por el medio.
San Martín tiene un handicap que lo ha sabido aprovechar: Es local. Eso, más la vuelta del goleador Penco, infla de esperanzas al pueblo Verdinegro. Concepción es cita obligada. El aliento es vital. La noche puede significar el volver a la fuente. Esto es triunfo y tal vez el inicio de otro momento dulce.

