El líder. Simon Yates festeja su segunda etapa en el Giro. Su escolta, Tom Dumolin, fue el único en mantenerle el ritmo en un final con ascenso.



 

El ciclista británico Simon Yates (Michelton-Scott) ganó ayer la undécima etapa del Giro de Italia y afirmó su liderazgo al frente de la "corsa rosa". Sólo el holandés Tom Dumoulin (Sunweb) resistió el ataque victorioso del líder de la carrera en el muro de Osimo, donde el, también, británico Christopher Froome cedió otros 50 segundos, con respecto a su compatriota.

El parcial, de 156 kilómetros, corrido entre Assisi y Osimo, con llegada en alto, tuvo en Yates a un ganador inapelable. El líder sorteó los dos kilómetros del ascenso en el empedrado y vertical muro de Osimo con una cadencia muy ágil y un andar veloz, propio de los ciclistas surgidos de la pista. El argentino Eduardo Sepúlveda (Movistar) terminó en la posición 73 a 4m12s.

"Estoy contento por sacarle más tiempo a Dumoulin", dijo el inglés de Bury (junto a Manchester), de 25 años, que calcula que perderá casi dos minutos ante el gigante holandés en la contrarreloj del próximo martes y busca ampliar como sea su ventaja en la general. Hoy por hoy la diferencia es de 47 segundos. El francés Thibaut Pinot (Groupama - FDJ) se mantiene tercero a 1m04s del líder, esperando, también, hacer una buena crono y atacarlo en la subida del Zoncolan, donde abrir un hueco puede significar dar vuelta la carrera.

Hoy se disputará la duodécima etapa, un tramo de 214 kilómetros entre Osimo e Imola. Terreno en su mayoría llano, con un solo puerto de altura, el Tre Monti, de cuarta categoría, ubicado a 8 kilómetros de la meta.