Ezequiel Montagna es de los futbolistas más devotos y creyentes del plantel. Desde que llegó a San Juan se aferró a la fe y para eso llegó cada vez que podía para visitar y pedirle por sus objetivos a la Difunta Correa. Este lunes por la tarde, junto a sus compañeros paró en el paraje nuevamente aunque esta vez con la Copa en mano y el ascenso a Primera en el bolsillo.
“Había que cumplir con la Difuntita, esta es la promesa grupal y había que traerle la Copa a ella para que nos ayudó porque sin ella no hubiese sido posible”, manifestó quien la semana pasada subió de rodillas las escalinatas de la Difunta, en esa ocasión junto a Tomás Escalante.
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A poco más de 24 horas de haber logrado el gran objetivo, el marplatense al igual que sus compañeros no toma dimensión de lo conseguido. “Cuesta caer, llegando a la provincia nos damos cuenta todo lo que generamos, estamos orgullosos de haber logrado esto que un esfuerzo grande, por un camino largo y hoy somos de Primera”, manifestó.
De ahora en más, Montagna descansará unos días para cumplirle a la Difunta la promesa personal que tiene: llegará hasta Vallecito caminando, si bien no tiene definido el punto de partido, cree que será desde Caucete.

