El lugar. En este sitio desolado, en el ingreso al viejo camino a Mogna en el Villicum, Ullum, encontraron el cadáver quemado y putrefacto.

A dos semanas del hallazgo del cuerpo de ese hombre asesinado y quemado en el Villicum, Ullum, sigue el desconcierto sobre la identidad de la víctima y las circunstancias que rodearon su muerte. La hipótesis de que se trató de un crimen sigue firme para el juez Benedicto Correa y la Policía continúa buscando datos de personas extraviadas u obreros golondrinas que hayan desaparecido en la segunda mitad del mes de enero, pero aún no hay una pista certera.


No existen dudas de que están frente a un asesinato atroz. El cuerpo estaba muy quemado y putrefacto por los días transcurridos (al menos 2) que no pudieron establecer la causa de muerte. No hallaron proyectiles o un trozo de plomo en el cuerpo, eso descarta que haya sido asesinado a balazos. Tampoco presentaba fracturas, lo que lleva a pensar que pudo ser ahorcado o acuchillado. Pero claro, el estado del cadáver no permite saber esto, explicó un vocero judicial. 


De lo que están convencidos es que alguien prendió fuego al cadáver y la intención era dejar irreconocible el cuerpo y borrar rastros para que no lo identificaran. De haber sido un suicido habrían hallado un encendedor o un indicio que fue algo autoprovocado, señalaron. Sin embargo, todo indica que la víctima estaba muerta o inconciente al lado de ese montículo de tierra, al costado del viejo camino a Mogna, y que le rociaron algún elemento combustible para incinerarlo. 


Lo que más desorienta es que nadie se haya presentado a preguntar por ese cuerpo NN. Tampoco existen denuncias sobre desaparecidos que tengan las características del fallecido: de aproximadamente 1.70 m de estatura y de entre 40 y 50 años. El jueves último, los policías de Homicidios inspeccionaron la casa de un sujeto de apellido Agüero de Rawson que está perdido hace semanas, creyendo que podía ser la hombre muerto en Ullum, pero constataron que tiene 59 años.