Marcelo Germán Mora se salió con la suya. Su causa prescribe hoy.


Casi 13 años después de la denuncia de dos hombres contra un abogado por sentirse traicionados en su buena fe cuando le dieron algo más de 58.000, en 2007, por tres propiedades que sólo pudieron ver, el caso no tendrá sentencia, ni a favor ni en contra de ese letrado, Marcelo Germán Mora (46). Hoy, luego de múltiples idas y vueltas, el proceso prescribe, es decir que el Estado ya no podrá perseguir ni exigirle nada a Mora porque se vencieron los plazos que da la ley para iniciar y concluir un proceso penal.

De todos modos hay una suerte de premio consuelo para esos denunciantes, Carlos Ferreyra y Oscar Saleme: una suma de $175.000 a repartir entre ambos, un dinero que Mora ya depositó en una cuenta del Poder Judicial cuando arremetió con uno de sus últimos intentos para no ser juzgado, el planteo de conciliación con las víctimas por reparación del daño, que es causal de extinción de la acción penal aunque aún no está reglamentado cómo se aplicará en la provincia.

Según fuentes judiciales, luego de depositar el dinero Mora agregó un escrito en el que, entre otras cosas, manifiesta que deberá ser cobrado por Saleme y Ferreyra aun en caso de prescripción, que es lo que ocurre hoy.

La prescripción servirá también para dejar sin efecto la orden de captura que había librado el juez Maximiliano Blejman (Sala III, Cámara Penal) cuando intentó realizar el juicio oral y Mora se dio a la fuga minutos después de pedir su destitución.