En los próximos días quedará firme la condena de 4 años que el propio Darío Esteban Maradona (34 años) aceptó cumplir cuando admitió, en un juicio abreviado, que al menos en dos ocasiones durante el 2012, abusó de la hija con síndrome de Down de su expareja, por entonces de 13 años, sin llegar a violarla. Según fuentes judiciales, siempre estuvo excarcelado y así llegó al juicio. Y se supone que esta semana debería presentarse ante el juez Raúl José Iglesias en la Sala I de la Cámara Penal una vez que la sentencia quede firme, para que desde allí lo manden a la cárcel. Pero una versión que circuló en tribunales indica que se daría a la fuga para no llegar al Penal de Chimbas.

Maradona estaría en la clandestinidad 4 años, por lo menos, porque el artículo 65 del Código Penal establece que las penas de prisión temporal (con el condenado libre) se extinguen o quedan sin efecto, en un tiempo igual al de la condena impuesta.

Maradona está libre y tiene en sus manos la decisión de presentarse para ir o no a prisión 

Maradona había sido denunciado el 6 de junio de 2013 cuando la nena fue con su mamá a la Dirección del Discapacitado a renovar un carnet, y a uno de los empleados le contó que jugaba a la ‘Caperucita Roja’ con su ‘tío’ y que el juego consistía en que él la besaba y le tocaba sus partes íntimas.

Entonces se armó un revuelo. Y entonces a la madre de la niña le cerró todo, pues hasta ese momento ya tenía por lo menos tres episodios sobre un comportamiento anormal de su pareja que la hizo temer por su hija.
A saber: había descubierto unos 80 videos pornográficos en un teléfono del sujeto que nunca fue secuestrado. Lo había seguido una vez hasta el dormitorio de la nena porque la vio seguirla cuando la mandó a cambiarse la ropa de la escuela y al abrir la puerta la encontró y la pequeña se puso a llorar (luego le contó que ese día la había tocado).

Y finalmente recordó también en su denuncia el extraño episodio del 28 de junio de 2012, cuando le pidió a Maradona que fuera a buscar a la chica a la escuela pero en lugar de llevarla a la casa que compartían, el sujeto se la llevó a la de su mamá. Y allí los halló la mujer (a él a medio vestir) cuando empezó a sospechar que le había mentido cuando le dijo que estaban vendiendo cobre en una chacarita, y después no le atendió más el teléfono.

Maradona está libre y él decide si se presenta o no.