La tragedia que protagonizaron sanjuaninos en la localidad puntana de San Jerónimo no deja de causar dolor. El siniestro sucedió en la tarde del sábado a la altura del kilómetro 846 de la Ruta Nº 147 cuando la conductora del Peugeot 206 perdió el control, terminó volcando e impactando con un árbol. Paola Cerda y su madre murieron en el acto, mientras que un pequeño de 10 años (hijo de Paola) pelea por su vida.

Sergio Arcuri, un metalúrgico puntano de 47 años que llegó al lugar apenas unos segundos después de que se produjo el accidente, todavía no sale de su asombro. El hombre relató a DIARIO DE CUYO escalofriantes detalles de los que fue testigo:

CURIOSIDAD PREVIA

Decenas de vehículos en la banquina y mucho revuelo. Arcuri estacionó su auto y caminó unos pasos para saber qué había ocurrido. Y ahí lo vio. Era ese, el mismo auto que le había llamado la atención varios kilómetros atrás. Es que antes de ver al Peugeot 206 destrozado tras el vuelco, el hombre lo había cruzado en una zona cercana a la Difunta Correa, lugar al que había ido a visitar con su mujer. "Me llamó la atención un auto que estaba en la banquina con las balizas puestas cerca de la Difunta Correa. Tenía un cartel VENDO en la parte trasera. De repente salió a la ruta y yo lo pasé con lo justo", apuntó.

El hombre le comentó a su mujer que le llamó la atención "la señora que salió a la ruta sin mirar". "En El Encón paramos en la estación de servicio y ahí vi que el auto nos pasó", agregó. Claro, hasta ese momento nunca se imaginaba que kilómetros después lo iba a encontrar achicharrado con dos mujeres muertas en su interior.

CUANDO LLEGÓ AL LUGAR DEL HECHO

El auto había quedado reducido a chatarra. Todo aplastado. Con eso se topó el metalúrgico puntano cuando llegó al lugar del hecho. Otras personas también trataban de entender qué había ocurrido. Pero lo más importante era tratar de rescatar posibles sobrevivientes. "Los cuerpos de las mujeres estaban en la parte de adelante del vehículo. Casi no se veían. En el lugar del acompañante había una campera rosa, tenía miedo de que fuera una nena. Estaba todo aplastado. Sólo se podía ver un brazo de la mujer que manejaba que colgaba para afuera. El techo estaba pegado al piso, no se veía nada", relató.

EL RESCATE DEL PEQUEÑO

Arcuri y las demás personas que llegaron al lugar no lo podían creer. Primero se aseguraron de chequear el estado de las dos mujeres que iban adelante: estaban muertas, no daban signos de vida y sus cuerpos, despedazados, no dejaban dudas. Sin embargo, en la parte trasera estaba el pequeño de 8 años, inconsciente pero todavía vivo. Milagro.

"Tenía un pie aprisionado con una chapa. Tenía un golpe en la cabeza, un gran hematoma en la parte izquierda de la frente, y sangre en la nariz, pero nos dimos cuenta que respiraba. Para mí el nene iba acostado, no tenía puestas las zapatillas", contó.

El hombre comentó que sacaron a la criatura por el espacio que quedó en la parte donde va el parabrisas trasero, que estalló tras el impacto. "Lo recostamos sobre una alfombra en el piso. Medio como que quería reaccionar, se quejaba, pero seguía inconsciente. En ningún momento abrió los ojos ni habló", relató. "Luego llegó la ambulancia, se llevó al pequeño y yo me fui".

EL AVISO A LOS FAMILIARES

"Buscábamos un bolso o algo similar para encontrar algún número telefónico de algún familiar, pero no encontramos. Entonces ahí me acordé del cartel VENDO que le había visto al auto kilómetros atrás. Miramos bien y lo pudimos anotar. Un señor llamó y le contó a quien le atendió (aparentemente un familiar cercano) lo que había sucedido, aunque evitó decirle que habían fallecido las mujeres", cerró Arcuri.