El martes 6 de noviembre por la noche, en Tucumán, Claudio Adrián Sánchez había llevado a la empleada doméstica a la parada del colectivo y cuando estaba volviendo se le quedó la moto. Empezó a empujarla y de repente sonó la alarma.

"Salió de su casa para llevarla a la empleada a la parada del colectivo, a dos cuadras. Al volver, se le paró la moto, intentó arrancarla y se le encendió la alarma, pero la siguió empujando hasta su casa, porque estaba cerca", contó el papá de la víctima.

Un policía que salía de la verdulería, lo vio y le pidió que se detuviera. El hombre no obedeció y el efectivo le disparó en el cuello. Según contó el policía identificado como Víctor Hugo Cuezz, Sánchez le había mostrado un arma y amenazó con dispararle y que por ese motivo le disparó.

El joven estuvo internado durante una semana, pero finalmente falleció este jueves. “Mi hijo no era un ladrón; era un trabajador. Trabajaba conmigo en CCC (videocable). Tenía dos hijos y una esposa. Se le quedó la moto y le dispararon”, le había dicho a LA GACETA Omar Sánchez, padre del fallecido.

"Salió de su casa para llevarla a la empleada a la parada del colectivo, a dos cuadras. Al volver, se le paró la moto, intentó arrancarla y se le encendió la alarma, pero la siguió empujando hasta su casa, porque estaba cerca", había relatado Sánchez.

"Mi hijo tenía un arma que estaba registrada a su nombre por diferentes hechos de inseguridad que sufrió; el policía le pidió que se detenga y como no reconoció que era un federal porque estaba de civil, Adrián le mostró que tenía un arma, pero no disparó", contó Sánchez. "El que disparó porque mi hijo no se detuvo fue el policía", sentenció.

Fuente: Minuto Uno