Un Tribunal de Impugnación anuló la condena de 8 años que, en marzo pasado, recibió un changarín por haber violado a una hermana por parte de madre y por haber manoseado a otra con la que lo une el mismo vínculo. Los jueces Daniel Guillén, Juan Carlos Caballero Vidal (h) y Fernando Echegaray resolvieron, además, liberar el último jueves a ese sujeto de 31 años, que estaba detenido con prisión preventiva desde el 1 de marzo pasado, por orden del tribunal que lo había castigado.

La decisión de los magistrados significó una adhesión al reclamo del defensor oficial, Alejandro Martín García, quien había invocado el fallo de la Corte de Justicia del pasado 2 de mayo, que anuló otra condena a un presunto abusador por una falla procesal clave, que además fue considerada "ilegal": la ausencia del defensor en las entrevistas videograbadas a cuatro hermanos (uno de ellos con discapacidad) por parte de los psicólogos del Anivi. Según la Corte, esas audiencias son asimilables a un juicio, por lo que la presencia del juez, el fiscal y el defensor (aun también la del imputado) son indispensables para garantizar el derecho de defensa y el debido proceso.

El defensor oficial Alejandro Martín García había cuestionado que en las entrevistas de los psicólogos con el sistema de la Cámara Gesell a las dos hermanas de su defendido, no estuvieran ni el juez ni el defensor. Y el Tribunal le dio la razón, aunque su resolución pareció abrir la puerta a un punto de mucha polémica que se desprendió del fallo de la Corte: la presencia de los ayudantes fiscales. En su decisión, los magistrados hablan de la necesaria presencia de "un representante del Ministerio Público" y no exclusivamente del fiscal, indicaron fuentes judiciales.

El changarín había quedado complicado por las denuncias de esas dos hermanas y también la de otro hermano (todos por parte de madre). Todo se descubrió a través de una docente (que resultó pariente de las niñas) y entonces la abuela materna reclamó Justicia.

Al cabo del juicio, los jueces Andrés Abelín Cottonaro, Alberto Caballero y Javier Figuerola, absolvieron al changarín por el beneficio de la duda de los ataques al varón (decía que lo manoseaba y se burlaba con sus amigos), pero lo condenaron por los abusos sexuales contra las dos chicas (hoy de 18 y 16 años), pues entendieron que las pruebas demostraron que había violado varias veces a la mayor cuando tenía 12 años y había manoseado a la menor cuando tenía 9.

Según la investigación, los tres hermanos fueron a vivir con su madre luego de una traumática separación del padre al que le atribuyeron un ataque incendiario. Y fueron atacadas cuando quedaban a solas con el imputado, pues dijeron que su madre "se iba y las abandonaba".

¿Qué pasará ahora? Según voceros judiciales, se harán de nuevo las audiencias videograbadas a las hermanas, cumpliendo con la presencia ineludible del juez y las partes. Y luego, el caso debería transitar todas las etapas hasta llegar al juicio, donde el defensor insistirá en desligar a su defendido y la Fiscalía intentará buscar un castigo elevado, pues consideró probado que violó a las dos chicas y abusó del varón, delitos por los cuales pretendía un castigo de 17 años en la cárcel.