"No hay tiempo para el enojo, si la única realidad es que ya no la tenemos. Dios se encargará, Dios hará justicia". Sin poder contener las lágrimas, Verónica Salinas lamentó la partida de su sobrina Sasha Florencia Flores (22), cuya vida fue arrebatada por un automovilista que, en estado de ebriedad, realizó una mala maniobra y embistió la moto en la que la chica se trasladaba junto a su novio, en Rawson. La pipeta marcó que Gastón Muñoz (40) tenía 1,98 gramos de alcohol por litro de sangre, es decir, casi el cuádruple del límite permitido por la ley.

A la víctima la apodaban "Chachi". Vivía en la Villa San Damián de Rawson con su padre y su hermano de 19 años. Y según su familia había dado a su vida un giro de 360 grados. "Sus padres se separaron, tuvo un proceso muy difícil pero había logrado hacer un cambio total", explicó la tía, una de las que ayer peor estaba pues la sentía como una hija, sumado a que como vivía al lado pasaban gran parte del tiempo juntas. "Chachi" había retomado el secundario en el María Auxiliadora y ayudaba a su tía Verónica con la peluquería que tiene en su casa. Ella se especializaba en perfilación de pestañas y depilación, y tenía pensado seguir la carrera de farmacéutica.

Todos sus planes se arruinaron en la noche del domingo, a eso de las 23.55, cuando iba como acompañante en la Honda Titán 150cc que guiaba Matías Gabriel Aballay (24), con quien salía hacía unos 3 años. La pareja se trasladaba por Vidart en dirección al Norte (iban a buscar comida para cenar) cuando el conductor nada pudo hacer para evitar el impacto contra el Volkswagen Gol de Muñoz. Según fuentes judiciales, el automovilista circulaba en sentido contrario y cuando intentó doblar por Gobernador Castro (hacia el Este) no se percató que de frente venía la moto.

Sasha y su novio fueron trasladados en ambulancia hasta el Hospital Rawson. Él presentaba algunos golpes pero estaba fuera de peligro. Ella, en cambio, se llevó la peor parte al sufrir una grave lesión en el cráneo que le costó la vida alrededor de la 1,40 de ayer. "Cuando entré a verla estaba intubada y tenía su cabeza muy abiertita, en la parte de atrás. No le pude decir nada, ya había fallecido", expresó la tía. Y agregó: "Era una niña que transmitía tanta paz y tranquilidad... estamos tan destruidos".

En la calle quedaron tirados dos cascos, pero todo indica que la víctima no lo llevaba puesto. El homicida quedó detenido.