El increíble caso de dos estudiantes secundarios que cambiaron de escuela y empezaron a cursar en otra, pero dos años más adelantados de lo que correspondía gracias a una historia académica falsa, cerró ayer con una condena sólo contra la madre de esos jóvenes, que tienen 19 y 16 años. En un juicio abreviado acordado con el fiscal coordinador, Adrián Riveros, y el ayudante fiscal, Emiliano Pugliese (UFI de Delitos Especiales), la mujer admitió la falsificación y el uso de esos documentos adulterados. Y a través de su defensor, César Jofré (con su ayudante Eduardo Nuñez), acordó cumplir 1 año de prisión sin encierro, pena que finalmente fue impuesta por el juez de Garantías, Juan Gabriel Meglioli.

El caso que concluyó contra esa mujer de 43 años, no mencionada para preservar a su hijo menor, comenzó en junio pasado, cuando se presentó en el Liceo Paula Albarracín de Sarmiento, en Capital, para averiguar sobre la posibilidad de que sus hijos recomenzaran sus estudios en esa institución porque en la que iban, la Escuela Alas Argentinas, en Rawson, "les hacían bullying". No hubo reparos de las autoridades escolares, pero dejaron que ambos alumnos cursaran 6° y 4° años de manera condicional. La condición fue que acercaran la documentación necesaria, principalmente la historia académica.

Recién en agosto pasado la mujer apareció con ese documento. Y allí comenzaron sus problemas, porque a simple vista, las historias académicas presentaban algunas cuestiones raras, como sellos en lugares que no correspondía, espacios en blanco, materias que en realidad no se cursan en esos años o una leyenda transversal que es típico usar en esos documentos.

Cuando cruzaron información con las autoridades de la escuela Alas Argentinas, se llevaron la sorpresa: el mayor de los alumnos no iba a 6° año como decía sino a 4°, pero había quedado libre por inasistencias en 2021. Y su hermano menor tampoco iba a 4° sino a 2° año y había repetido en 2022.

En principio se sospechó que la mujer actuó con sus hijos y no se descartaba investigar al mayor. Pero luego surgió la versión de que alguien más pudo falsificar esos documentos para que los usara la madre de esos alumnos, pero eso no pudo probarse.

¿Qué pasará con los alumnos? Informalmente, trascendió que deberían permitirles incorporarse a la escuela, porque les asiste ese derecho y porque sólo su madre asumió toda la responsabilidad.