
La jueza Silvia Peña Sansó de Ruiz (Sala I, Cámara Penal) aplicó ayer 15 años de cárcel a un anciano de 79 años, la misma había aceptado ese sospechoso en un juicio abreviado por delitos aberrantes: haber manoseado, violado y sometido a otras prácticas sexuales durante casi un año a una de sus nietas (entre los 10 y los 11) a la que también le mostró pornografía. Y por haber manoseado también a su hermana que tenía 13 años, cuando iban a quedarse los fines de semana a su casa en Rawson, dijeron fuentes judiciales.
El acusado tiene arresto domiciliario por su edad (se concede a imputados a partir de los 70 años) y la semana pasada había llegado a un acuerdo de debate breve con el fiscal Gustavo Manini, en el que admitió esos aberrantes delitos, conocidos tras la denuncia de su propia hija y madre de las nenas el 30 de octubre de 2015.
Cuando la madre de las niñas supo el terrible drama que atravesaban a manos de su propio padre, citó a sus hermanos a una reunión en la casa del acusado (no mencionado por razones legales) para decirles lo que sucedía con sus niñas. Y fue ahí que su hermana le comentó que a ella le había pasado lo mismo, pero que nunca se había animado a decir nada. Es más, la propia denunciante aseguró en su denuncia que a ella también la había manoseado cuando era niña.
El sospechoso negó todo cuando le pidieron explicaciones, pero después se quebró: ‘los niños nunca mienten’, les dijo, antes de armar un bolso y marcharse de su casa.
Los informes de la entrevista de las menores en Cámara Gesell, terminaron por confirmar la existencia de las terribles maniobras sexuales.