Cuando le permitió a su nueva pareja convivir con ella y sus hijos, hacía apenas un año que se había separado y la llegada del nuevo sujeto a la casa provocó resistencias y conflictos que se mantienen hasta la fecha. Los hijos mayores de la mujer y su propia madre, no vieron con buenos ojos a su nueva pareja, sobre todo por algunas actitudes que reprobaron, como que ella lo dejara sentar en su falda a los más pequeños y permitiera que les diera besos en la boca. Para la madre de los niños nada había de extraño en su nueva relación, hasta que la realidad se le estrelló en la cara como una pared: el 20 de enero del año pasado, por la noche, notó que su hija de 10 años y su pareja habían desaparecido de la pileta en la que todos se bañaban, incluido un hermano de él. Y cuando quiso averiguar dónde estaba lo sorprendió sobre la niña en una posición bastante sospechosa. No lo dudó, lo increpó a golpes y él decidió marcharse en su moto. Días después, las cosas se complicaron para ese sujeto (de apellido Nazara, 52 años) porque su entonces pareja lo denunció y terminó preso.

La situación empeoró cuando la nena declaró ante una psicóloga del ANIVI y describió varias prácticas de claro contenido sexual entre diciembre de 2018 y enero de 2019, dos de las cuales fueron consideradas ahora por la fiscal Marcela Torres como abuso sexual con acceso carnal y tentativa de abuso sexual simple, ambos delitos agravados, dijeron fuentes judiciales.

En principio, el acusado negó el hecho y atribuyó todo a una confusión. Pero al llegar a juicio, decidió admitir esos delitos a cambio de una rebaja de pena. A través de un juicio abreviado que firmó con la fiscal y su abogado defensor Daniel Turón, manifestó su acuerdo para ser condenado a 8 años de cárcel, precisaron los voceros.

Probablemente hoy, el acusado ratifique este acuerdo ante el juez de la Sala I de la Cámara Penal, Juan Carlos Caballero Vidal (h), quien deberá decidir si acepta o no el acuerdo, con la condición de que, si lo admite, no podrá imponer una pena mayor al acusado.

Cárcel a médico por violar a su sobrina


La jueza Silvina Rosso de Balanza (Sala III, Cámara Penal) condenó ayer a 10 años de cárcel al medicó M.A.A. por violar a su sobrina con un marcado retraso madurativo (tiene unos 50 años pero una edad mental de 9), hace unos 20 años, cuando la chica iba a visitar a su padre, hoy de 79 años. Ese hombre también estaba preso por violarla (la víctima dijo haber tenido un hijo suyo) pero fue sobreseído por inimputabilidad, porque sufre Alzehimer. El caso había sido denunciado en noviembre de 2018. La pena contra el profesional fue la que aceptó recibir en un juicio abreviado.