La Corte de Justicia rechazó los reclamos de la defensa para revisar la sentencia contra tres cauceteros por matar a cuchillazos a Kevin Guevara, para robarle la billetera, un celular, un termo y sus zapatillas. Y confirmó la prisión perpetua que les había impuesto el tribunal de la Sala I de la Cámara Penal por un homicidio triplemente agravado, tal como lo había pedido la fiscal Marcela Torres, dijeron fuentes judiciales. Los ministros Juan José Victoria, Daniel Gustavo Olivares Yapur y Adriana Verónica García Nieto, también rechazaron un pedido de la defensa para llegar con sus planteos ante el máximo tribunal de Justicia del país, precisaron.

Así, quedó firme el máximo castigo impuesto a Marcos David Mercado Tello (22), Exequiel Alfredo Trigo (22) y Ariel Ochoa (23). Mercado, que tiene otra condena por acuchillar a otro caucetero, le dio 5 puntazos a ese joven de 24 años, padre de una nena y maestro mayor de obras. A Trigo le atribuyeron sujetar a la víctima para poder perpetrar ese letal ataque. Y Ochoa haberse mantenido a escasos metros, expectante, con las dos bicicletas en que se movilizaban listas para huir.

El hecho ocurrió cerca de las 5 del 27 de enero de 2018, cuando Kevin caminaba rumbo a su casa en el barrio Felipe Cobas. Estaba a cuatro cuadras de llegar a destino y hablaba por teléfono con su expareja, cuando le dieron dos puntazos por la espalda. "Ay, me clavaron" alcanzó decir. Esos cuchillazos le perforaron el hígado y un riñón, otro más le atravesó el pulmón izquierdo y también recibió otros dos más en el brazo de ese costado. Murió un mes después.

La defensa había cuestionado que en pleno juicio, el tribunal adhiriera al pedido de la fiscal de agravar la calificación del delito, pues pasó de un homicidio en ocasión de robo con penas de 10 a 25 años, a un homicidio triplemente agravado: por la alevosía (ataque a traición, por la espalda), la premeditación de dos o más personas y criminis causa, por matar para asegurarse la impunidad en el robo. También tildaron de arbitrario el fallo por no valorar otras pruebas, pero el máximo tribunal entendió que la decisión tomada no violó garantías en favor de los imputados.