La ciudad santafesina de Rafaela no sale de la conmoción después de que se conociera el caso de una nena de siete años que denunció haber sido abusada sexualmente cuando fue al baño durante el recreo en el Colegio San José. Más de dos mil personas con carteles marcharon por las calles para acompañar a la familia de la víctima en el reclamo de justicia.

Según los medios locales, el hecho ocurrió a fines del mes de julio y salió a la luz porque la propia víctima le dijo a su mamá que sentía dolores en la zona genital y que un hombre “vestido como los profesores” la había manoseado cuando fue al baño en horario de clases.

La menor manifestó que cuando volvió al aula después de ser atacada le contó temblando a su docente, pero desde la escuela nunca se comunicaron con su familia para avisarles.

El abuso existió. El relato de la nena fue confirmado en Cámara Gesell y las lesiones constatadas por los médicos que la revisaron. Aún así, “la carátula está como presunto abuso porque no hay imputado, no tenemos nada”, cuestionó su mamá, Vanesa Carrasco, según replicó el portal Sin Mordaza.

Por su parte, los abogados de la familia, Carlos Farías Demaldé y José Silvela, agregaron que no tienen acceso al legajo porque aún no fueron admitidos como representantes legales de los padres de la víctima, pero que les “llama mucho la atención la clase de falencias con las que contaba el establecimiento”. De esta manera hacían referencia a las cámaras, que no funcionaban desde junio, al igual que tampoco lo hacía el sistema de identificación biométrico con el que cuentan, en teoría, para saber quién entra y quién sale del lugar.

“No puede ser que la escuela siga abierta y tengan a esa persona (el abusador) ahí adentro. Nosotros pagamos un cuota mensual porque se supone, entendemos, que tienen otro tipo de seguridad. Yo misma soy exalumna de la institución. Entonces, después de lo que pasó con mi hija fui a hablarles (a las autoridades) en son de paz para decirles que no iba en contra de ellos, sino a pedirles que me ayuden”, explicó Carrasco en otra entrevista, con el programa Flor de Equipo.

La respuesta, sin embargo, no fue la esperada. Y concluyó: “Le pedimos también (al obispo) que saque a la persona que abusó de mi hija de la institución, y él nos dijo que él iba a esperar a que se expida la Justicia. No es la primera vez que pasa, pero es el primer caso que se denuncia. Lo sabemos todos en Rafaela. La primera chica abusada ahí habló recién después de 20 años. El caso de mi hija va a ser el último que ocurra en el Colegio San José. Basta”.

La familia, devastada, convocó en las últimas horas a través de las redes sociales a una marcha desde el Colegio San José, a la que se sumaron unos dos mil vecinos que recorrieron la ciudad pasando por la Comisaría de la Mujer y la Fiscalía de la ciudad.

La respuesta del colegio

En diálogo con La Nación, monseñor Fernández Alara afirmó que la institución educativa “pudo realizar todos los pasos que dicta el protocolo”, en referencia a lo establecido en la Comisión de Abusos que el papa Francisco pide a cada diócesis.

“Gracias a Dios se pudo poner al servicio de la Justicia. Desde que estoy en la diócesis de Rafaela hubo un solo hecho conocido y no hubo ningún tipo de denuncia. Había sido algo de muchos años atrás donde ya estaba muerta la persona (el supuesto abusador). Para eso está la Justicia y acataremos lo que ella diga”, precisó Fernández Alara.

La investigación está a cargo de la fiscal Ángela Capitanio, de la Unidad Fiscal de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas) de Rafaela.