Cansada. Liliana Loyola dijo estar harta del maltrato de su marido. Por eso lo denunció, pero esa valiente decisión le terminó costando caro: al otro día el hombre le pegó un tiro en el tobillo derecho.

Un día después de que su esposa lo denunciara por golpearla en el rostro y lanzarle un ladrillo que dio en su espalda, un sujeto volvió y le disparó en una pierna. "Esto te pasa por batirme con la cana", le habría dicho antes de gatillar. La bala atravesó el tobillo derecho de Liliana Loyola (43), quien por suerte no sufrió una lesión grave.

El violento episodio ocurrió alrededor de las 17 del martes. La víctima lavaba ropa en el fondo junto a su hija cuando escuchó que llamaban a la puerta de su casa en la Villa 1º de Mayo, en Chimbas. Era Rubén Darío Alcayaga (36), su esposo, de nacionalidad chilena y con numerosos antecedentes delictivos, aseguró. El sujeto había vuelto después de haberle dado una golpiza el último lunes -según la versión de la mujer- en medio de una discusión. Pero, lejos de mostrarse arrepentido, el regreso fue peor: cuando abrió la puerta -explicó- sin mediar palabras empezó a apuntarle con un revólver 22 largo a diferentes partes del cuerpo, decidiendo dispararle en el tobillo derecho. La víctima dijo que fue porque se enteró que ella lo denunció en la Comisaria para la Mujer. Milagrosamente, la bala entró y salió sin tocar ningún nervio o parte ósea. A las 19 del mismo día ya estaba en su casa dada de alta.

El acusado es un chileno que después del hecho huyó y anoche continuaba prófugo.

La historia de ambos (no tienen hijos en común) empezó hace 17 años, cuando se conocieron en la misma villa, pero se casaron hace 4. En diálogo con DIARIO DE CUYO, Loyola contó que la relación siempre fue turbulenta, pero que las peleas más graves comenzaron hace 6 meses, luego de que descubriera que Alcayaga tenía otra mujer en Caucete. Desde entonces, la convivencia se hizo insoportable, al punto que discutían y peleaban casi todos los días, aseguró.

"Me trataba de loca y me decía que inventaba todo, que yo me autoagredía para inculparlo. Antes tenía un negocio de ropa acá en casa, pero desde que pasó esto me vine abajo. Vendí todo y ahora no me quedan fuerzas para nada", dijo con el ojo derecho todavía hinchado por los golpes. Cuando Loyola le manifestó su intención de separarse, su marido se negó, aduciendo que ella quería quedarse con los vehículos de él (dos camionetas y un auto). Allí las cosas empeoraron y llegó al punto de balearla.

Sin embargo, esto no es nada nuevo para la mujer, pues hace 8 años también le había disparado en una pierna cuando la sorprendió con un hombre (aún no estaban casados). "Por miedo", dijo, aquella vez no realizó la denuncia y el sujeto quedó impune.

"Toda la vida me ha tratado así. Nunca me animé a denunciarlo. Me ha pegado desde que nos conocemos y me ha hecho vivir situaciones terribles. Ahora tenemos que vivir con las amenazas de sus hermanos, que me mandan mensajes diciéndome "acordate que tenés hijos"", lanzó la mujer.

La vida de Loyola está atravesada por el drama. Hace 2 años perdió al segundo de sus tres hijos, Juan Ramos (22), en un enfrentamiento en la "Cueva del Chancho", Chimbas. Ahora teme que Alcayaga vuelva y se las agarre con los otros dos hijos, Verónica y Víctor.

El hombre al cierre de esta edición seguía prófugo.