Un control de rutina sobre el manejo de fondos en las cuentas bancarias de la Policía, destapó una olla que promete acrecentar el escándalo. Es que tras la denuncia sobre el posible fraude por casi medio millón, ocurrió la detención del jefe de Tesorería y su esposa, y también un pedido de captura de otra mujer policía. Pero ayer ya estaba instalada la sospecha de que no fueron desvíos aislados y puntuales de dinero, sino parte de una cadena de saqueos tipo hormiga a través de varios años, que puede alcanzar cifras millonarias, estimaron fuentes judiciales.

Los sospechosos detenidos son el subcomisario Oscar Vanetti, su esposa que cumple funciones en otro sector de la Fuerza, la oficial inspector María Ivana Olivares. Y la secretaria de Vanetti, la cabo primero Carolina Tejada, aún prófuga, indicaron fuentes judiciales. La mujer fue buscada en su domicilio y en sus oficinas (está ligada al negocio de ventas de tejas para techo), pero allí no fue localizada y tampoco una computadora que, se presume, contenía información clave para el caso.

Es que a la cuenta de esta suboficial fue transferida una suma que ronda los $200.000, indicaron. Y esa fue una de las dos anomalías detectadas en el área de contaduría de la Policía: la otra fue un desvío de $280.000 de una cuenta que usualmente no se utiliza para hacer ciertas transferencias y despertó sospechas porque cuando le preguntaron a Vanetti, "se puso nervioso" y trató de justificar la operación diciendo que fue un descuido.

Sin embargo cuando averiguaron supieron que no había tal descuido, porque desde la cuenta policial se desvió el dinero a una del jefe de Tesorería y de esta a otra cuenta, la de su mujer, indicaron.

A partir de ese dato, la UFI de Delitos Especiales que dirige el fiscal coordinador Iván Grassi, recolectó evidencia y solicitó la detención del matrimonio policial y la de Tejada, que podría entregarse.