Detención. Los policías de Defraudaciones y Estafas durante el operativo en el que detuvieron a uno de los sospechosos, de apellido Genoud.

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Un pago inicial de 200.000 pesos. Otro desembolso de 200.000. Y la cesión de un terreno valuado en 180.000 pesos. Todo esto es lo que perdió un jachallero que hizo negocios con dos supuestos empresarios inmobiliarios por la venta de una casa en Pocito y que terminaron, supuestamente, estafándolo. Mientras él se ilusionaba en poder tomar posesión de la propiedad, descubrió que estos sujetos ya habían vendido el mismo inmueble a otra persona.


La jugada igual no le salió del todo bien a los que orquestaron la presunta maniobra. Tanto Luis Abel Olivares (43) como Ariel Alejandro Genoud (40), los supuestos embaucadores, fueron detenidos ayer por los policías de Defraudaciones y Estafas durante dos allanamientos, informó la Policía. Al primero lo apresaron en su casa en el Bº Altos de Natania, en Rivadavia, y al otro en el Bº Las Acacias, en Capital, cuando intentaba huir en su camioneta Ford Kuga, afirmaron los investigadores.


El perjudicado acá fue Ricardo Cortéz, un jachallero radicado en Córdoba que desde el año pasado quiere comprar una casa para instalarse de nuevo en San Juan, explicó un policía. En esa búsqueda fue que vio un aviso de Luan SRL, que ofrecía una vivienda en el Bº Palmar del Cerro, en calle Meglioli, Rawson, señalaron en la Policía. Fue así que se contactó con esa firma y habló con Olivares y Genoud, quienes le ofrecieron esa propiedad a 1.400.000 pesos, dijeron. 


Como todo parecía muy transparente, decidió comprarla. En octubre, pagó una seña de 200.000 pesos. En diciembre dio otros 200.000 y entregó un terreno valuado en 180.000 pesos en forma de pago. Sin embargo, al tiempo, cuando inició el trámite en el Registro Inmobiliario descubrió que la propiedad había sido vendida el 28 de diciembre a otra persona. Los vendedores nunca le dieron una respuesta, por lo que en febrero los denunció en Defraudaciones y Estafas.
 

Otro con fama de embaucador
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Otro que fue detenido ayer es Pedro Rodrigo Bustos (32, foto), un exproveedor del municipio de Caucete que ya estuvo preso por estafa y ahora fue denunciado por comprar un vehículo con cheques robados.
Bustos se hizo conocido en julio del año pasado cuando aparecieron al menos 5 denuncias en su contra por estafas. Y su caso despertó interés porque prestaba servicios a la comuna de Caucete y se lo llegó a vincular con el intendente Julián Gil.


Este personaje ahora volvió caer por otra supuesta maniobra delictiva con la compra de un Peugeot 206 a un señor de apellido Fernández, de Capital. El denunciante afirmó que en agosto vendió ese coche a Bustos por un valor de 140.000 pesos y que éste le pagó con 4 cheques diferidos, a cambiar en diciembre, enero y febrero. El problema es que, llegado el momento, Fernández fue al banco para cambiar esos cheques y uno a uno se los fueron rebotando porque estaban denunciados como robados. Ayer, los policías de Defraudaciones y Estafas detuvieron a Bustos. Desconocen dónde está el auto.