Dos de los ocho rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa, ocurrido el 18 de enero pasado en la localidad balnearia de Villa Gesell, solicitaron ante la Justicia que se les brinde asistencia psicológica y psiquiátrica, ya que se encuentran afectados por las condiciones de alojamiento que les impide tener salidas al patio o realizar actividades físicas, informaron fuentes judiciales.

El pedido de asistencia fue formulado en las últimas horas por el abogado defensor de los imputados, Hugo Tomei, ante el juez de Garantías de Dolores, David Mancinelli, quien giró la solicitud a las autoridades de la Unidad Penitenciaria 6 de Dolores, donde los ocho rugbiers se encuentran detenidos.

Fuentes de la investigación aseguraron que se trata de Lucas Pertossi (21) y Ayrton Viollaz (20), quienes pidieron entrevistas con un psiquiatra y con un psicólogo, las cuales fueron concedidas para el próximo lunes.

Según los investigadores, esos dos imputados quieren exponer respecto a las condiciones de alojamiento, ya que por el lugar en el cual están encerrados no pueden acceder al patio del penal ni realizar actividades físicas o culturales, y apenas tienen una hora por día para poder comunicarse por teléfono con sus familiares.

Es que por cuestiones de seguridad, tanto ellos como Máximo Thomsen (20), Ciro Pertossi (19), Blas Cinalli (18), Enzo Comelli (20), Luciano Pertossi (18) y Matías Benicelli (20), están alojados en una celda del sector de la Alcaidía del penal, ya que se encuentran alejados del resto de la población carcelaria para evitar que puedan sufrir algún tipo de agresión por parte de otros presos.

"El sector donde se encuentran no tiene patio, por lo que los presos que se encuentran alojados en la alcaidía permanecen dentro de sus celdas", dijo un investigador.

Fuentes del SPB aseguraron que los ocho rugbiers se encuentran en perfectas condiciones de salud y negaron que hayan sido amenazados por otros presos o que hayan sufrido algún tipo de ataque desde que fueron trasladados a esa cárcel.