El agente de Policía Patricio Cerezo (26) intentó con un contraataque su mejor defensa: ayer, luego de escuchar el relato fiscal acusándolo de violar a su expareja en un contexto de sometimiento y violencia de género la madrugada del pasado domingo, negó tal delito y ante la jueza de Garantías, Celia Maldonado, habló de que la relación sexual fue consentida y las lesiones que presentaba (rasguños y un mordisco) se los provocó ella en un momento de reacción descontrolada, tal vez por el consumo de alguna sustancia porque él la había buscado en un boliche, dijeron fuentes judiciales.

Luego de escuchar esta versión, sus defensores, Fernando Bonomo y María Noriega, rechazaron los cargos de Fiscalía y pidieron la libertad de su cliente o en todo caso su prisión domiciliaria monitoreada electrónicamente.

Pero la jueza pareció dar razón a la fiscal coordinadora de la UFI Cavig Claudia Salica y de su ayudante Gimena Rodríguez, pues dejó con prisión preventiva durante 30 días al policía y concedió 6 meses de plazo para investigar el caso.

Según Fiscalía, todo pasó a eso de las 4,20 del domingo, cuando el policía (tiene 5 años de antigüedad en la Fuerza) comenzó a mensajearse con la víctima y a tratarla pésimamente, con calificativos como "trola, pu... cu....". Luego de buscarla en su auto por un boliche de avenida Libertador para llevarla a su casa, siguió con los insultos y no paró. Incluso continuó maltratándola cuando se bajaron y ella pensó que ya se iba, pero se quedó y la sometió, a pesar de que ella lo rasguñó y lo mordió.

Fiscalía enumeró una extensa lista de pruebas (registros de cámaras, capturas de mensajes, tomas de muestras para ADN, testigos, informes médicos), en la que sobresalió un informe psicológico que da cuenta de una relación algo anormal entre ambos, pues describe a la víctima como alguien sumisa y con mucho miedo a Cerezo por ser policía. Y a él como la parte dominante de la relación, precisaron.

La defensa buscará revertir la decisión de la jueza en un tribunal superior.