Interna. Mario Rivero (sentado al fondo) apuntó contra el comisario Jorge Carrizo (a la derecha). Este último lo sorprendió, según dijo, saliendo del Fiat 147 con una etapa de potencia, un gorro de lana y una gorra.

Para defenderse, Mario Alejandro "Pipi" Rivero (35), el cabo de Policía con destino en Bomberos que fue acusado de intentar robar una etapa de potencia de un auto que está secuestrado en la seccional 12da de Valle Fértil, cargó las tintas contra el jefe de esa dependencia, quien lo sorprendió cuando supuestamente cometía el ilícito. Rivero dio a entender que el comisario Jorge Carrizo tuvo una malintención por una cuestión personal y dijo que ya desde antes lo "hostigaba". "En mis días de franco yo hacía adicionales en la comisaría, pero dejé de hacerlos porque este hombre como que me hostigaba. No fue muy bueno el trato. Por ejemplo, me mandaban a 62 kilómetros sin agua potable. O cada vez que llegaba en las mañanas y nos sentábamos con mis compañeros todos a desayunar, me hostigaba, me decía "mire, usted, vaya a la calle y los demás quédense a desayunar". O a veces cada vez que iba a solicitar algo largaba comentarios como "usted sí que está cómodo" o "usted sí que está bien", siempre me los decía", declaró ayer ante el juez de Flagrancia Carlos Lima.

El acusado además negó haber querido sustraer un objeto ajeno. Dijo que lo vio afuera del auto y que cuando lo levantó para "dirigirse hacia el oficial para decirle lo que había encontrado", Carrizo llegó en su camioneta "a los bocinazos, pegó una frenada y empezó a los gritos, me dijo que qué estaba haciendo ahí, que lo que yo estaba haciendo era un delito, que me iba a hacer Flagrancia. En ningún momento me dejó explicarle. Después me metieron en una oficina y no supe más nada".

Sin embargo, para el fiscal Iván Grassi quedó probado que en realidad sacó el adhesivo de secuestro, abrió la puerta y sustrajo el aparato, un gorro de lana y una gorra. Por eso pidió al magistrado que lo condene a 3 meses de prisión en suspenso por el delito de tentativa de hurto. En su alegato hizo hincapié en el testimonio del comisario Carrizo, quien aseguró que lo vio salir del Fiat 147 con las cosas bajo un brazo. También ofreció como prueba un cotejo de Criminalística que arrojó semejanzas entre la suela del borcego izquierdo de Rivero con una huella que quedó asentada en la butaca del conductor del auto. Por su parte, el defensor Fernando Echegaray pidió que sea absuelto por el beneficio de la duda.

Todo ocurrió cerca de las 18.30 del pasado 10 de este mes. Desde ese día Rivero estuvo preso, pero ayer lo liberaron teniendo en cuenta que la figura endilgada lo permite. El lunes, la sentencia.