Tras diversos análisis realizados por la Policía se conoció el peor desenlace para el caso de Araceli Fulles: el cuerpo que fue encontrado ayer descuartizado en José León Suárez es de la joven, quien llevaba 25 días desaparecida, según informó el canal TN citando a fuentes oficiales.

El rastro de la joven se perdió el 1 de abril y fue hallada sin vida en la tarde del jueves en el partido de San Martín, provincia de Buenos Aires. 

El cuerpo fue encontrado tras una búsqueda ejecutada con la ayuda de perros rastreadores, en la casa del Pasaje 9 de Julio y Alfonsina Storni. El cuerpo de mujer estaba cubierto con cal y cemento y de inmediato los especialistas comenzaron a trabajar para identificarlo. Según trascendió, finalmente habría sido identificado por un tatuaje.

Cabe remarcar que la casa donde se encontró el cuerpo es de la madre de uno de los principales sospechosos de su muerte, Gastón Badaracco, quien está prófugo. Badaracco es la última persona con quien habían visto a la joven y durante la mañana de ayer, había declarado por tercera vez ante la fiscal Graciela López Pereyra como testigo. Cerca de las 5 de la tarde se fue antes de finalizar su horario del corralón en el que trabaja y una hora después, cuando la fiscal ordenó un nuevo allanamiento en su domicilio ya se había fugado. La causa ya tiene seis detenidos.

La data de muerte sería de unos 25 días, lo que coincidiría con la fecha de su desaparición. Ese día, Araceli fue a cenar con unos amigos y estuvo con ellos hasta las dos de la madrugada, cuando recibió un llamado y se fue sola del lugar. Iba a encontrarse con alguien, pero no dijo con quién. Cerca de las 6, le avisó a una amiga que estaba con otro amigo en la plaza y un rato después, le escribió a su mamá. "Poné la pava", le puso. Porque ya estaba volviendo. Pero nunca llegó.