Una banda. Los policías de Estafas están convencidos de que los dos detenidos son parte de un grupo mayor que se dedica a estafar con la compra venta de autos.

La metodología de los embaucadores dio resultado, porque en lugar de elegir el más nutrido mercado del Gran San Juan, con gente más atenta al engaño, desplazaron el blanco de sus maniobras a la zona rural donde la ‘inocencia’ de los pobladores auguraba mayores chances de éxito. Más aún cuando esos tres sujetos fingían ser compradores y ofrecían pagar demás, algo impensado en estos días de vivir con el peso al día.

Y les fue bien, al punto de que dos incautos entregaron sus autos a cambio de cheques robados en San Luis, que en el acto canjearon por efectivo: unos $60.000, dijeron fuentes policiales.

Pero sus andanzas sufrieron un duro traspié cuando los pesquisas de Estafas que dirigen la subcomisario Cintia Alamo y el inspector Demetrio Illanes, supieron que esos falsos compradores de autos no eran más que delincuentes con antecedentes, pusieron a dos de ellos tras las rejas y recuperaron los autos.

Los sujetos detenidos al cabo de 7 allanamientos fueron identificados por sus apellidos Palacios (26), López (29), ambos sospechados de actuar con el prófugo Velazco (31) en los delitos denunciados a comienzos de julio.
Las víctimas fueron un finquero de 25 de Mayo al que le sacaron su Fiat Regatta con un cheque de $55.000 (el hombre lo ofrecía por $40.000) y una pareja de Caucete a la que tentaron con $50.000 por su VW Senda con un cheque de $68.000 y la promesa de que cuando cobrara por el banco, les devolviera los $18.000 de excedente, dijeron fuentes del caso.

Los pesquisas están convencidos de que los sujetos atrapados forman parte de una banda más grande que pudo haber cometido más fraudes.