Un jornalero de 54 años y su hijo de 34 no dieron ayer su versión sobre hechos gravísimos: los presuntos abusos sexuales a lo largo de 8 años cometidos contra una familiar directa, la hija del mayor de los acusados, hermana del otro sospechoso. Por consejo de sus abogados, los defensores oficiales Carlos Reiloba y Marcelo Salinas, ambos no ampliaron sus indagatorias y por eso la juez Silvina Rosso de Balanza (Sala III, Cámara Penal) ordenó que se leyeran las declaraciones que prestaron durante la investigación, que se inició en marzo de 2018 cuando la joven, entonces de 19 años, fue al ANIVI para denunciar a otro hermano porque lo sorprendió cuando violaba a una sobrinita de 10 años, con un retraso mental leve, igual que ella. Esa vez relató ese episodio (su otro hermano ya fue condenado a 10 años) y también contó que su padre y otro hermano la habían sometido a ella.