La Justicia mendocina le concedió la prisión domiciliaria a un hombre condenado por un homicidio en 2004, medida que fue apoyada por la madre de la víctima.

Diego Arduino, condenado a 16 años de prisión por el crimen de Alejo Hunau, está dentro del grupo de riesgo de contagio frente al coronavirus por padecer una enfermedad respiratoria, por lo que solicitó esta excepción.

La fiscalía se había opuesto al beneficio, pero el abogado querellante Alfredo Mellado, en representación de la madre de la víctima -Silvia Ontiveros- no objetó el pedido y mostró su postura a favor de un trato humanitario para el homicida.

En febrero pasado, Arduino había solicitado la libertad condicional y le fue denegada por informes adversos de distintos organismos.

En esta ocasión, Ontiveros escribió una carta para expresar su postura. "Hoy estamos hablando de algo distinto. Una pandemia. Hay una situación de hacinamiento en las cárceles y entiendo el terror que deben sentir los que están adentro. Y entiendo que hay condiciones de salud de Arduino, que complicarían superarlo si lo contrae", explicó.

Por su parte, Mellado remarcó que la prisión en la modalidad domiciliara "no es una libertad anticipada sino que es una alternativa que morigera la pena de encierro en un penal", y destacó que Arduino ya ha cumplido el 90% de su condena en la cárcel.

Hunau, un comunicador social de 33 años que había trabajado en el gobierno del exgobernador Roberto Iglesias, fue encontrado muerto en su departamento el 23 de noviembre de 2004.

Arduino fue señalado como la última persona que estuvo con el joven y las pruebas de ADN lo ubicaron en el lugar del hecho. La víctima murió por un golpe en la cabeza realizado con una botella.

En 2005, la Segunda Cámara del Crimen absolvió al acusado en un fallo que generó polémica por sus argumentos homofóbicos. Finalmente, tras una apelación fue condenado por homicidio simple y hurto en 2007 por la Cuarta Cámara del Crimen.

Fuente: TN