El final que nadie esperaba lamentablemente se dio: a última hora del pasado lunes murió Ramiro Emiliano Rato, el nene de 2 años al que se le había caído encima un arco de fútbol, en Pocito. "No entendemos cómo se le cayó el arco, no encontramos explicación", dijo ayer un tío de la víctima (no quiso identificarse), muy angustiado.

La suerte del pequeño quedó echada sobre las 19 del último sábado, cuando sufrió el accidente en el cumpleaños de una tía suya, en una finca ubicada en la calle Vidart, entre 6 y 7. El pesado arco (de caño, tipo fútbol 5) le dio justo en la nuca, lo tumbó y nunca más despertó. "Iba corriendo, un poco más adelante de la madre. A ella ni a nadie le dio tiempo a reaccionar, fue una desgracia", comentó el tío.

La impotencia suya y la de toda la familia tiene que ver con que no le encuentran explicación a tan desgraciado accidente. "El arco se le cayó solo, no es como dicen por ahí que ha sido porque no lo hemos estado cuidando... Yo estuve ahí, mi sobrino iba pasando y se le cayó, fue de la nada". Y siguió: "No podemos entender cómo se pudo haber caído, porque estaba enterrado. Nosotros estuvimos jugando un rato antes y ni se "mosqueaba" el arco. Además no había viento, nadie lo tocó, nadie pasó corriendo y lo tocó sin querer, no había ni una brisa, nada... no sabemos por qué".

El golpe fue muy duro y le ocasionó una gravísima lesión en el cráneo. De inmediato fue trasladado al Servicio de Urgencias del Hospital Rawson y luego lo pasaron a Terapia Intensiva. Su estado empeoró con el correr de las horas y en los últimos días se multiplicaron las cadenas de oración para pedir por su recuperación, pero el peor final no pudo ser evitado.

"En ese momento pensábamos que era un golpe normal, como cualquier niño que se golpea la cabeza. Pero lamentablemente no. Uno nunca se espera esto, era re inteligente, estaba con mucho entusiasmo porque ahora empezaba la escuela. Era un niño muy especial para todos, muy sano, divertido. Sus papás están destruidos, no quieren hablar con nadie. Estamos todos muy mal", dijo el familiar. Ahora un juez debe decidir si manda el caso al archivo o si atribuye responsabilidades a alguien. "Los dueños del lugar se han portado bien, estuvieron en todo momento", afirmó sobre los propietarios del lugar donde fue el cumpleaños.