El fiscal Daniel Galvani y Oscar Torres, abogado de la víctima, coincidieron ayer, al cabo de su alegato, en que un cabo de la Policía de 38 años debe ser condenado por haber violado a su expareja, que es agente y con la que tiene un hijo en común. Sólo se diferenciaron en el monto del castigo: Torres le pidió a la jueza Silvina Rosso de Balanza (Sala II, Cámara Penal) que condene al efectivo con 15 años de cárcel. El fiscal solicitó 9 años de pena para el acusado, no mencionado para preservar a su hijo y la víctima.

El abogado defensor, Gustavo Sánchez, persistió en el argumento de que no existió delito porque hubo sexo consentido. Y que por lo tanto su cliente debía ser absuelto, dijeron fuentes judiciales.

El cabo y la agente habían mantenido una relación de 3 años pero sólo convivieron 7 meses. De esa unión transitoria nació el segundo hijo de la mujer, que fue la supuesta razón por la que se presentó en la casa de ella alrededor de las 13 de aquel 20 de diciembre de 2018. Para entonces llevan 6 meses separados.

Ese día -según la denuncia- ella terminaba de arreglar sus cosas para irse a trabajar. Cuando se presentó él, le dijo que no podía estar allí, pero él la llevó a la fuerza al dormitorio. En eso comenzaron a llorar los niños y la hija de la mujer se acercó a decirle al policía que dejara a su mamá. Allí pareció terminar todo, pero cuando se calmaron los niños la llevó otra vez a la habitación y tras un forcejeo la sometió.

El próximo lunes, la jueza dará a conocer su veredicto.