Complicado. Testigos, su propia confesión y las cámaras de seguridad complicaron a Bryan Odorcic como autor del crimen. Su defensa apelará.


El próximo 12 de agosto Bryan Michael Odorcic cumplirá 21 años y habrá una gran diferencia con los festejos anteriores: ahora estará preso en la cárcel. Así lo decidió ayer el juez Benedicto Correa, al procesarlo con prisión preventiva por darle dos cuchillazos en el pecho a Ismael Elías Cajas Bravo (22) y provocarle la muerte con uno de esos puntazos, cuando la víctima y su amigo Ricardo Nergoni intentaban apresarlo porque le había querido robar el teléfono a Nergoni.


Todo pasó alrededor de las 5,30 del 4 de junio pasado en una parada de micros en España metros al Norte de República del Líbano, en Rawson.


Ayer, la abogada defensora de Odorcic, María Noriega, anticipó que apelará para que un tribunal superior revise el fallo, pues insiste en su argumento de que en el momento del crimen su cliente ya había desistido del intento de robo y usó el cuchillo para defenderse de los amigos.


Aquella vez, los amigos habían salido a un boliche de Ruta 40 y General Acha, como lo hacían siempre después de cobrar por su trabajo semanal en un lavadero de autos.


De ese lugar salieron alrededor de las 5. Y como ningún remisero paraba, decidieron caminar hasta sus casas pero en República del Líbano y España Ismael pararon. Fue ahí que Nergoni le sugirió tomar un micro de la línea 27 para evitar varias villas que, de caminar, hubieran tenido que pasar antes de llegar a sus casas.


Sentados en el cordón de la vereda estaban cuando Ismael le preguntó la hora a Nergoni, quien se fijó en su teléfono y volvió a guardarlo. ‘Mirá ese que viene ahí’, alcanzó a decirle a Nergoni, pero cuando este quiso reaccionar ya tenía encima a ese desconocido que lo agarró del pelo y le tiró un puntazo. ‘Dame el teléfono’, le dijo, pero ante la resistencia retrocedió e intentó huir. Nergoni le cruzó el paso y fue en ese momento que Odorcic empezó a tirar cuchillazos y Cajas fue herido de muerte cuando se acercó para reducirlo. Lo consiguieron, pero Ismael nunca pudo levantarse.