La estudiante de Trabajo Social en la UNSJ, Yanina Vanesa Opaso (37), fue procesada por el delito de daño agravado, porque durante las manifestaciones por el Día Internacional de la Mujer (8M), pintó con aerosol una leyenda en la pared norte de un edificio declarado Monumento Histórico por una ley nacional en 1999: la Escuela Normal Superior Domingo Faustino Sarmiento, creada por decreto del presidente Nicolás Avellaneda el 27 de mayo de 1879. Según fuentes judiciales, la titular del Segundo Juzgado de Instrucción, Mabel Moya, ordenó además trabar un embargo en los bienes de la imputada por un monto de $100.000. Un video que muestra a Opaso con una lata de aerosol alejándose de la pared considerada dañada y el hecho de que su defensa admitiera que ella colocó una leyenda, fueron para la magistrada parte de las pruebas que demuestran la responsabilidad penal de Opaso.

En su resolución, la jueza desligó para siempre con un sobreseimiento a otras tres imputadas, pues no encontró ninguna prueba que las vinculara con el delito que investiga: la arquitecta Alejandra Iris Godoy (54), la docente Yanina Edith Iturrieta (35) y la estudiante de sociología María Virginia Cantoni Toro (27), todas referentes de distintas agrupaciones en defensa de los derechos y libertades de las mujeres, precisaron.

El caso había comenzado a ser investigado por la denuncia del director del director de Patrimonio Cultural de la provincia, Jorge Martín. Entonces la fiscal Yanina Galante solicitó producir varias pruebas para determinar quiénes pudieron ser los responsables del 'daño' con pintadas a ese monumento histórico.

La defensa de la procesada apeló la resolución. Habló de uso indebido y sin fundamento del derecho penal

De los testimonios recabados no pudo establecerse quiénes hicieron esas pintadas, porque la manifestación en algún momento ocupó hasta 9 cuadras por calles del microcentro. De los videos del Cisem, en principio, no surgieron evidencias contundentes, sin embargo hubo un video que incriminó a Opaso, según las fuentes.

Fue después de que se pidiera a la División de Análisis y Apoyo Tecnológico de la Policía un cotejo de esas imágenes con los perfiles en redes sociales de las personas investigadas, que la joven quedó en la mira.

Según las fuentes, cuando fue llamada a declarar, Opaso se abstuvo de dar su versión, igual que las demás implicadas. Sin embargo su defensa reconoció que durante la manifestación 8M, "(...) se reclinó en dos oportunidades al pie de la pared del establecimiento... se agachó y con un aerosol de pintura de color verde, pintó dos inscripciones con las palabras "Desampa Antifa", nombre de una agrupación en defensa de los 'derechos humanos, libertades civiles, económicas, sociales y culturales' a la que pertenece Opaso.

De todos modos, Conrado Juárez Jofré había pedido el sobreseimiento de Opaso. Según los voceros, la jueza desestimó los argumentos defensivos de que el edificio no estaba custodiado o que las pintadas se realizaron sobre pintadas previas.

En paralelo, Juárez Jofré había realizado una demanda en la Justicia Civil para pedir que Fiscalía de Estado no se hiciera Parte Querellante (el Estado rechazó ese planteo), pues argumentó que la causa es parte de una "persecución" y parte de la "violencia política ejercida contra las mujeres".

También dijo que existió una "conducta perpetrada desde el Estado y por sus agentes, usando indebidamente el derecho penal sin fundamento y con el objetivo de criminalizar la labor de defensoras de los derechos humanos y deslegitimar las causas que perseguimos, lo que provoca deshonra, descrédito y persecución social hacia luchadoras sociales".

La resolución de la jueza Moya ya fue apelada.