El 27 de mayo de 1996, Fabián Gerardo Tablado mató a Carolina Aló, su novia, de 113 puñadas. Lo hizo en su casa ubicada en la localidad bonaerense de Tigre, convirtiendo aquel femicidio en uno de los casos policiales más trascendentes de la historia criminal en el país.

Aló, de 17 años, estaba de novia con Tablado, quien por aquel entonces tenía 20. Ambos iban juntos a la nocturna de la Escuela N°1 Marcos Sastre de Tigre. De acuerdo a la reconstrucción del hecho, el hombre persiguió a la joven por varios ambientes de la casa -escaleras, cocina y garaje- y la asesinó con cuatro armas blancas halladas en la escena: una cuchilla de cocina, dos cuchillos de mesa Tramontina y un formón de carpintería.

El 16 de diciembre de 1998 lo condenaron a 24 años de cárcel. En 2013 -estando preso-, sumó una nueva condena por “amenazas” a su ex mujer, con quien tuvo dos hijas: fue declarado reincidente y sentenciado a una pena única de 26 años y seis meses de prisión que debía terminar de cumplirse a fines de 2022, aunque durante las últimas horas trascendió que el 28 de febrero de 2020 recuperaría la libertad.

En junio de 1996, a menos de un mes de haber cometido el crimen, Tablado fue entrevistado en la cárcel por Daniel Hadad, quien en aquel momento conducía El primero de la semana, ciclo que se emitía a la medianoche por América TV.

"Me llamo Fabián. Tengo 20 años. Antes de que pase esto trabajaba con mi padre. Estudiaba en el Colegio Marcos Sastre. Yo ahora estoy esperando, nada más, qué es lo que va a pasar”, fueron las primeras palabras de Tablado durante la entrevista.

—Daniel Hadad: ¿Qué imaginás que puede pasar?

—Fabián Tablado: No sé. Eso lo dejo en manos de la ley. Yo todavía vivo como algo irreal de todo esto. A la noche no duermo bien. Creo que todo esto es un sueño, que ella me está esperando. Y todo esto no me deja pensar qué es lo que va a pasar o qué puede llegar a pasar.

—DH: ¿Tomaste conciencia de lo que hiciste?

— FT: A veces tomo conciencia. Y cuando tomo conciencia me viene el deseo de querer matarme. Porque no puede ser que ella no esté más. Me pasa a veces cuando me levanto acá a la mañana y creo que estoy en mi casa. O los sábados a la noche creo prepararme para salir con ella y cuando entro en razón, que tomo conciencia que todo esto no puede pasar más, me quiero matar.

—DH: Vos sabés que mucha gente lo que se pregunta es tal vez el por qué de tanta violencia, ¿no? 113 puñaladas…

—FT: No sé, no sabría porque no soy consciente de que fueron tantas. Yo creo que el que actuaba no era yo. Porque si no, si hubiese pensado, yo creo que esto no hubiese pasado.

—DH: ¿Te acordás el motivo de la discusión?

—Sí. Mantuvimos relaciones. Y en el final yo decido tener un hijo. Ella me rechaza, me empuja y me dice: “Pará, ¿qué hacés? ¿Estás loco?” Y yo sentí un rechazo muy fuerte de ella ahí. Y no sé, mucho dolor, mucho sufrimiento. Pensé que se me estaba yendo de las manos, ¿no?

—DH: ¿Ella te decía algo cuando intentaste o cuando comenzaste con la violencia?

—FT: No, no recuerdo bien.

—DH: ¿Intentó defenderse?

—FT: No sé. Actuaba como una máquina, no tengo recuerdos. Después entro en conciencia y yo intento suicidarme.

—DH: ¿Tomaste conciencia de que la viste ahí tendida?

—FT: Sí, y entonces intento suicidarme. Pero no, ya estaba hecho y la había perdido. Entonces quería irme yo también con ella. No sé.

—DH: ¿Anteriormente la habías golpeado alguna vez, no?

—Anteriormente sí, tuvimos discusiones y hubo forcejeos así pero no fue nada grave.

—DH: ¿Le habías fracturado el tabique?

—FT: Sí, una vez. Una vez la empujé y ella se golpeó contra la cama.

—DH: No sé si habrás escuchado radios o pudiste leer los diarios. El presidente (Carlos) Menem y el papá de Carolina pidieron la pena de muerte para vos.

—FT: Sí.

—DH; ¿Y qué pensás frente a eso?

—FT: No sé. Cuando escuché eso yo estaba muy mal. Y pensé que por ahí era lo mejor.

—DH: ¿Y hoy qué pensás?

—FT: No sé, podría decirse que pienso igual. No sé qué pienso sobre eso. En el momento en que lo escuché para mí fue como la solución, ¿no?

—DH: Yo no sé si te llegan los diarios, pero hay diarios, por ejemplo, éste cuando hablan de vos habla de vos habla de “la hiena”. ¿Sabías eso?

—FT: No.

—DH: ¿Qué se siente que te llamen así?

—FT: No sé porque lo veo ahora en este momento... No sé.

—DH: ¿Tenés idea o escuchaste alguna vez lo que ocurre cuando uno llega a la cárcel luego de haber cometido un delito como este?

—FT: Sí. Tengo idea. Pero no sé, yo creo que nadie es quien para juzgarme. Y si ellos hacen algo, está bien, qué se yo.

—DH: El martes, creo que fue 4 de junio, ella habría cumplido 18 años…

—FT: Sí. Estuve muy mal el martes. Me la pasé casi toda la noche llorando. Y el martes pensé en matarme, pero no sé…

—DH: ¿Le dirías algo a la familia de Carolina que seguramente te deben estar mirando?

—FT: No, no sé. No tengo palabras para decirles nada.

—DH: ¿Ni siquiera disculpas?

—FT: Sí, obvio que sí. Pero yo creo que por más que pida disculpas lo hecho ya está. Si pudiese volver para atrás trataría de encarar esto de otra manera, ¿no? Yo rezo mucho por todo. Por ella. Y creo que no habría palabras, por más que me disculparan, no tendría palabras.

—DH: Cuando te dan una revista y ves la foto de Carolina, ¿tenés alguna foto en tu celda?

—FT: No.

—DH: ¿Te hace mal verla?

—FT: Sí porque se me vienen a la mente un montón de recuerdos. Porque yo todas estas fotos las viví. Por ejemplo esa foto se la saqué yo, esta me la sacó ella. Me acuerdo de todos esos momentos y tengo ganas de estar con ella. Lo que me pasó yo no quería que pase así. Yo creo que, no sé... Me parece mentira que no esté.

De acuerdo al legajo que está en el Juzgado de Ejecución Penal 1 de San Isidro, a cargo del juez Alejandro David, en la primera causa, es decir el homicidio de Aló, se le realizó el cómputo diferenciado que preveía la ya derogada ley 24.390, más conocida como del “2x1”, que estaba vigente al momento de ese hecho y por ello se le contabilizan doble los días que estuvo en prisión preventiva. A lo largo de los 23 años y medio que lleva preso pasó por varias unidades del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). Actualmente, Tablado se encuentra alojado en la Unidad 21 de Campana.

Fuente: Infobae