Una madre y sus tres chicos quedaron prácticamente con lo puesto y con una bronca tremenda porque creen que el incendio que consumió su casa fue causado intencionalmente. "No sé bien qué pasó pero para mí alguien hizo esto", dijo ayer Marianela Maurín (23), cuyos hijos tienen 4, 3 y 1 año.

La desgracia se desató sobre las 10 de ayer, en una vivienda muy precaria ubicada en la conflictiva Villa Virgen del Milagro, en Chimbas. A esa hora Maurín estaba lavando en el baño, separado de la otra parte del hogar, cuando vio salir humo por una puerta. Sus dos hijos más chicos estaban con ella y el mayor se había ido con su padre. "Cuando abrí la puerta para ver qué pasaba las llamas me tiraron para atrás", relató la chica, que subsiste con las ayudas estatales.

No tuvo otra opción que tomar de la mano a la nena de 3 y alzar al de 1, correr hacia la calle y gritar por ayuda, mientras miraba con impotencia cómo el fuego destruía sus cosas.

La construcción era de chapas y cañas y casi que no quedó nada a salvo. Se quemó prácticamente todo lo que había en los dos ambientes (un dormitorio y la cocina): televisor, heladera, camas, ropa, muebles y hasta los pañales y la leche de los pequeños.

Los Bomberos Voluntarios de Chimbas, los Municipales de Santa Lucía y los de la Policía del Cuartel Central colaboraron para apagar el fuego y además se encargaron del trabajo pericial recolectando pruebas que ayuden a esclarecer qué originó el siniestro.

Ayer desde la Policía indicaron que la hipótesis principal es que una estufa fue la causante. Sin embargo, la propia víctima dijo que ella supone que fue intencional y sus vecinas además deslizaron que creen que fue un ataque vinculado a viejos problemas que Maurín tiene con una familia de la zona.

"Estamos con lo puesto, no me ha quedado nada ni tengo a dónde ir. Lo único que rescato es que a mis hijos no les pasó nada", concluyó la joven.