De todo había en el ingreso, el interior y un pasillo lateral de la casa del abogado Eduardo Mauro (66), rescatado justo a tiempo por Bomberos de que muriera intoxicado. 

Los vecinos reconocen que a más de uno en el barrio le escucharon decir que en cualquier momento prenderían fuego a la basura que, "compulsivamente", acumulaba un abogado, en el ingreso, el interior y también en un pasillo lateral de su casa. Y al parecer, cumplieron, porque a simple vista, todo indica que las llamas comenzaron del lado de la calle y avanzaron hacia el comedor y también hasta una habitación, con serio riesgo para la vida de su morador, que debió ser rescatado por personal de Bomberos con un importante cuadro de intoxicación que obligó a internarlo, dijeron fuentes judiciales.

Todo pasó cerca de las 9 del domingo en una vivienda ubicada en la esquina de Castelli y Alberti, en el barrio Kennedy, Santa Lucía. Allí habita el abogado Eduardo Mauro, de 66 años, un hombre que despierta sentimientos contradictorios entre sus vecinos.

Contradictorios, porque a algunos les parece un "buen tipo", alguien que matizaba sus charlas con análisis político y alusiones a las leyes y otras normas, aunque le reconocieron también comportamientos algo extravagantes, pues a veces lo veían de traje y corbata, y otras como un vagabundo más, todo andrajoso.

Cuando salía de su casa -dijeron- era ineludible que regresara con algún trasto viejo, cargándolo en un carrito o directamente en sus propias manos.

Los vecinos creen que fue intencional, la Policía no lo descarta.

Esa conducta de "acumulador compulsivo" que le atribuyen, es lo que despertaba en otros las más enconadas críticas, pues la basura que acumulaba les venía al pelo a una fauna tan nutrida como despreciada de ratas, pericotes y arañas.

"Le tendrían que haber quemado todo", disparó una vecina, aún indignada mientras miraba parte de la casa aún a salvo.

Lo más memoriosos en el barrio recordaron ayer que es la tercera vez que la casa del letrado es destruida por las llamas, aunque precisaron que el caso del domingo es el más grave que recuerdan, no sólo por el daño que causó en los muebles y en la estructura de la vivienda (el techo de losa se cae a pedazos), sino también porque si los Bomberos no hubieran llegado a tiempo el abogado hubiera muerto intoxicado.

"Una vez le quemaron hace muchos años, como en el 2005, 2007, después en 2018 o 2019, pero le afectó más que nada el frente y el pasillo donde tenía toda clase de basura", indicó una vecina.

El caso es investigado por efectivos de la seccional 29na. El resultado de la pericia de Bomberos para determinar la causa del siniestro, es clave para saber si se trató o no de un incendio iniciado a propósito.